San Benito

Un amigo justo y muy humano

En su búsqueda insaciable por el Señor, Benito huyó de Roma, dejando así su lugar de estudios. A raíz de esto, tuvo que vivir con otras personas en un lugar aislado, lo cual aprovechó para organizar una vida en comunidad. De este nuevo modo de vida nació el primer monasterio de Occidente, cuyas actividades principales eran la oración, el trabajo manual y la lectura.

De hecho, Benito fue un hombre que renunció a todo para vivir en la austeridad, pues simplemente buscaba lo esencial, mientras se alejaba del mundo. Este desapego de las cosas mundanas son el fundamento de la regla benedictina, cuyo equilibrio logró transformar la civilización occidental y dar origen a la Europa cristiana. Además, su atención a las necesidades del pueblo y su dulzura ante la debilidad humana lo convirtieron en un modelo de desarrollo para todo un continente... ¡y más que eso!

(Encuentra otros santos en la Guía de los Santos de Hozana)

Biografía de Benito de Nursia

Cuenta la tradición que Benito nació en Nursia, en la provincia de Umbría (Italia), en el año 480 junto a su hermana gemela, quien posteriormente llegaría a ser Santa Escolástica. Ambos nacieron en el seno de una familia aristocrática pertenecientes a la Gens Anicia. 

Cuando era un adolescente, fue enviado a estudiar a Roma, un lugar lleno de corrupción, lo cual le disgustó en gran manera. Por tal razón, a la edad de quince años, decidió abandonar Roma para buscar a Dios y alejarse de este mundo pecaminoso. Al estimar que el Señor era lo único que necesitaba, partió sin pensarlo hacia Affile junto a su cuidadora hacia; allí realizó su primer milagro, que lo llevó a ser reconocido. Posteriormente, continuó su viaje y conoció a Román, un monje de un monasterio aledaño, que le guió hacia la vida eremítica, por lo que se instaló en una cueva de la montaña de Taleo. Allí comenzó a experimentar fuertes luchas espirituales, además de ser golpeado por la soledad y las tentaciones. Luego, también pudo sentir el actuar de la Divina Providencia en su vida, la cual no abandona a los que confían en ella. 

Poco a poco Benito fue haciéndose conocido en su entorno y la gente acudía de todas partes para escuchar sus consejos. Por dicha razón, dejó su vida de ermitaño durante un tiempo y comenzó a vivir en comunidad. Incluso, algunos monjes le pidieron que se convirtiera en su superior, pero, poco después intentaron envenenarlo y Benito prefirió volver a su soledad, bajo la mirada del Señor.

Posteriormente, el santo ermitaño vio una gran afluencia de seguidores y volvió a dejar su ermita para establecer comunidades en el Valle dell'Aniene. De hecho, Benito fundó trece comunidades monásticas, entre ellas los monasterios de Subiaco y Monte Cassino (la abadía de Monte Cassino). En vida, este gran hombre de Dios demostró tener un gran don de discernimiento, el cual le permitía distinguir lo que provenía del hombre, de Dios o del Diablo.  

Además, alrededor del año 540, Benito escribió una Regla de Vida para sus comunidades, que se resume en este famoso lema: Ora et Labora (Reza y trabaja). Finalmente, Benito murió en 549 y su fiesta se celebra el 11 de julio.

El legado de San Benito

Alrededor de los años 593-594, el Papa San Gregorio Magno, monje en la Abadía de San Andrés en Roma, decidió escribir la vida de San Benito. Esto sucedió unos 30 años después de su muerte. En la obra que se titula Diálogos, san Gregorio relata los milagros del santo y lo presenta como modelo de santidad. De hecho, a través de estos relatos, San Gregorio pudo dar a conocer la vida y la Regla de San Benito. Cabe anotar que esta Regla fue tomada como base para la vida religiosa, la cual estaba mal organizada hasta ese entonces. 

Posteriormente, en los siglos VIII y IX, Carlomagno impuso la Regla de San Benito en todo su imperio, creando así una fuente de unidad para la Europa medieval. De hecho, gracias a la red de monasterios se logró establecer conexiones culturales entre todas las partes del continente, estableciendo así una identidad cultural europea. Por esta razón, en 1964, San Benito fue proclamado patrono de Europa por Pablo VI.

La obra de San Benito de Nursia: los benedictinos

La regla de San Benito también es la regla de los cistercienses y de los trapenses. De hecho, en el siglo XI, la orden benedictina fue reformada, dando así origen a la orden cisterciense. Posteriormente, San Bernardo de Claraval hizo que la orden cisterciene tuviera una gran influencia.

En los siglos XI y XII, y tras la crisis del siglo X, la vida religiosa experimentó una expansión considerable y un período de fertilidad excepcional. De hecho, en esta época se fundaron las órdenes de los premostratenses, con San Norberto, de los franciscanos y las clarisas con San Francisco de Asís y Santa Clara, de los dominicos con Santo Domingo, de los cartujos, con San Bruno y de los carmelitas. Lo mejor de todo es que estas órdenes siguen existiendo y floreciendo aún. Además, cabe anotar que la orden Benedictina se ha extendido por todos los continentes y representa actualmente una realidad monástica establecida en todo el mundo.

La medalla de San Benito

La medalla de San Benito es un regalo muy antiguo de Dios. Es un sacramental que ha sido reconocido por la Iglesia Católica y posee un gran poder de exorcismo y liberación de influencias demoníacas. De hecho, su poder reside en Cristo mismo, quien entregó la medalla a la Iglesia. Por lo tanto, la medalla solamente puede actuar si ponemos nuestra fe en Jesús. También es cierto que, el significado completo de las inscripciones de la medalla fue un misterio por mucho tiempo. Sin embargo, en 1647 se descubrió un manuscrito en la abadía de Metten, en Baviera, con fecha de 1415, el cual explicaba los símbolos inscritos en la medalla.

Cabe anotar que la medalla otorga una indulgencia incondicional a todos aquellos que "la usen, la besen o la tengan en sus manos con veneración", en el momento de la muerte.

Oraciones a San Benito

La intercesión de San Benito es reconocida como poderosa y eficaz. De hecho, este maravilloso santo cumple un papel protector para todos, especialmente para los niños. Incluso con el paso de los años, las oraciones a San Benito han sido fuente de innumerables gracias. Por lo tanto, Hozana te ofrece las oraciones a San Benito, las cuales son muy hermosas y populares: