Novena a San Benito

Hoy en día es común rezar a San Benito para que nos proteja del mal o para alejar lo negativo. Antes que nada, debemos saber que San Benito es un gran santo que dedicó su vida a tratar de alejarse de los vicios de su época, y que hizo todo lo posible para acercarse a Dios. De hecho, es un modelo para muchas personas que desean sentirse en la presencia de Dios en cada momento. 

Cada año, muchos creyentes rezan una novena a San Benito, la cual incluye todos los aspectos necesarios para permanecer cada día en la amorosa presencia de Dios. Aunque la podemos rezar en cualquier época del año, esta novena se realiza habitualmente en verano: comienza el 3 de julio y termina el 11 de julio, día de la solemnidad de San Benito. A continuación, descubre esta maravillosa novena a San Benito.

Reza la novena a San Benito

Estructura de la novena

Comienza cada día con la siguiente oración:

“Te saludamos con filial afecto, oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y filial protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las asechanzas del enemigo, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora, consíguenos la gracia especial que te pedimos en esta novena.”

Luego, reza la oración específica  para cada día de la novena. Más adelante encontrarás el texto de cada día.

Por último, termina la novena cada día con un Padre Nuestro, tres Avemarías y un Gloria al Padre.

Oración específica para cada día de la novena.

Día primero

“¡Oh glorioso San Benito, que desde tu infancia reconociste la vanidad del mundo y únicamente deseaste los bienes eternos! Alcánzanos un vivo deseo del cielo y que recordemos frecuentemente a Dios nuestro último fin, y hacia Él ordenemos toda nuestra vida para que en todo Él sea glorificado! San Benito, ruega por nosotros.”

Día segundo

“¡Oh glorioso San Benito, humilde de corazón, que supiste desdeñar las alabanzas de los hombres! Alcánzanos la humildad, tú que amaste a Dios sobre todas las cosas y le entregaste sin reserva tu corazón, consíguenos también el amor de Dios. San Benito, ruega por nosotros.”

Día tercero

“¡Oh glorioso San Benito, que consagraste tus labios a la oración y cantaste noche y día las alabanzas divinas! Alcánzanos el espíritu de oración, tú, que cual lirio entre espinas, guardaste una castidad angelical por medio de la humildad, de la vigilancia continua, de la oración y de la mortificación de los sentidos, consíguenos el don de la pureza. San Benito, ruega por nosotros.”

Día cuarto

“¡Oh glorioso San Benito que venciste al demonio y triunfaste de sus engaños! Alcánzanos la gracia de resistir sus sugestiones y de huir de toda ocasión de pecado. Tú que enseñando una vida austera, de renuncia y trabajo, aborreciste la ociosidad, inspíranos amor al trabajo y a la abnegación de nosotros mismos para seguir a Cristo. San Benito, ruega por nosotros.”

Día quinto

“¡Oh glorioso San Benito, que amaste el silencio, y no abriste la boca jamás a palabras ligeras y impuras, a quejas , murmuraciones, y a juicios contra el amor al prójimo! Alcánzanos la gracia de no decir jamás palabras impuras, y contra la caridad, a perdonar de corazón y a guardar nuestra lengua de todo pecado. San Benito, ruega por nosotros.”

Día sexto

“¡Oh glorioso San Benito, que fuiste blanco de persecuciones y guardaste la paz de tu alma por medio de la dulzura y de la paciencia! Alcánzanos el don de la paciencia y la gracia de perdonar las ofensas, tú que perdonaste a los que atentaron contra tu vida y te expulsaron de tu país, y que misericordiosamente pediste al Señor les perdonara, llorando su ceguera y terrible fin. San Benito, ruega por nosotros.”

Día séptimo

“¡Oh glorioso San Benito, que animado por un ardiente celo para asistir al prójimo en sus necesidades, instruiste a los ignorantes, socorriste a los pobres, curaste a los enfermos, resucitaste a los muertos, libraste a los cautivos del demonio y de sus pasiones, consolaste a los afligidos y convertiste a los pecadores! Consíguenos la gracia de amar al prójimo y de hacer con él las obras de misericordia. San Benito, ruega por nosotros.”

Día octavo

“¡Oh glorioso San Benito, que inundaste de consuelo el corazón de tu hermana Santa Escolástica, llenándolo del amor de Dios y de las bienaventuranzas del cielo! Concédenos la gracia de santificar nuestros afectos mas queridos. San Benito, ruega por nosotros.”

Día noveno

“¡Oh glorioso San Benito, cuya alma en tu dichosa muerte, fue elevada al cielo en medio de ángeles y santos, siendo consolados tus discípulos por la revelación de tu gloria! Concédenos del Señor, la gracia de la perseverancia final, de una buena muerte, y de tu asistencia e intercesión en nuestro último día. San Benito, ruega por nosotros.”

Reza una novena en Hozana

En Hozana encontrarás diversas comunidades de oración en la que se rezan novenas  a diferentes santos, por ejemplo: 

  • Esta novena con Carlo Acutis, el beato más joven del cielo, quien también también supo alejarse de toda ocasión de dependencia en  su época. 

¿Todavía no te sientes lo suficientemente fuerte en tu vida de oración? ¡Únete a una novena para aprender a rezar!