5 versículos bíblicos para la autoestima y el amor propio
“No temas”, es una de las Palabras de la Biblia que más se repite, ¡y no es por casualidad!
Muy a menudo, el hecho de enfrentar situaciones difíciles puede ocasionar pérdida de confianza en sí mismo, sensación de impotencia y baja autoestima. Sin embargo, a través de sus enseñanzas bíblicas, Dios nos motiva a no desanimarnos sino a fortalecer nuestra autoconfianza.
Por ejemplo, podemos meditar en la historia de David, un jovencito que tenía todas las razones para rendirse y no luchar contra Goliat, no obstante, decidió pelear la batalla lleno de confianza y fe, en Dios y en sí mismo. Sin duda, David tenía una buena autoestima, la cual no construyó sobre la opinión de los demás hacia él, sino sobre las promesas y el mensaje de Dios para su vida. Por lo anterior, Hozana te invita a descubrir 5 pasajes bíblicos que nos muestran la imagen que Dios tiene de nosotros.
5 versículos para fortalecer nuestra autoestima
¡Valgo mucho!
“Porque tú eres de gran precio a mis ojos, porque eres valioso, y yo te amo, entregó hombres a cambio de ti y pueblos a cambio de tu vida. No temas, porque yo estoy contigo: traeré a tu descendencia desde Oriente y te reuniré desde Occidente.” (Isaías 43:4-5)
¡Soy un prodigio, una maravilla de Dios!
“Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras! Tú conocías hasta el fondo de mi alma”. (Salmo 139:13-14)
¡Soy fuerte!
“Yo todo lo puedo en aquel que me conforta.” (Filipenses 4:13)
¡Soy su creación!
“Nosotros somos creación suya: fuimos creados en Cristo Jesús, a fin de realizar aquellas buenas obras, que Dios preparó de antemano para que las practicáramos.” (Efesios 2:10).
¡Soy su hijo!
“Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.” (1 Juan 3:2)
Aumenta tu autoestima y déjate inundar del amor de Dios con Hozana
Dios nos creó a su imagen y semejanza y tiene planes maravillosos para nosotros. Por eso, te invitamos a descubrir la riqueza espiritual que Hozana, un sitio Web de oración cristiana, ha puesto a tu disposición a través de sus comunidades de oración en línea:
-Únete al retiro en línea “7 pasos para levantarte” y recibe cada semana una propuesta que te ayudará a levantarte, motivarte e inspirarte, porque ¡Dios nos quiere de pie!
-Inscríbete a esta novena con Marta Robin para recordar que eres amado por Dios y caminar confiando en su amor.
¡Ven y ora con nosotros hoy mismo!
Otras preguntas frecuentes en la Biblia sobre la confianza en uno mismo y la autoestima
¿Qué salmo trata de la confianza en uno mismo?
El Salmo 138 (139) es un salmo maravilloso que nos recuerda lo mucho que somos amados y deseados por Dios y el tesoro que somos a sus ojos. Para superar la falta de confianza en uno mismo, recitar este salmo con fe nos ayuda a descubrir todas las riquezas que Dios ha puesto en cada uno de nosotros.
¿ Cuáles son los consejos de la Biblia acerca de la autoestima?
En la Biblia, el libro de los Proverbios ofrece una gran cantidad de sabios consejos para la vida. A continuación te presentamos tres que te ayudarán a desarrollar la confianza en ti mismo(a):
1) Cultivar la humildad: "Junto con la arrogancia llega la ignominia, pero la sabiduría está con los humildes". (Proverbios 11:2)
2) saber escuchar: "El que responde antes de escuchar muestra su necedad y se atrae el oprobio". (Proverbios 18:13)
3) E incluso saber callar: "El que guarda su boca y su lengua guarda su vida de las angustias". (Proverbios 21:23)
¿Cómo se alimentan mutuamente en la Biblia la confianza en Dios y la confianza en uno mismo?
La confianza en Dios es lo que nos hace crecer. “¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza! El es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto”. (Jeremías 17:7-8)