Oraciones en latín

Las principales oraciones cristianas que han existido durante varios siglos, o inclusive desde la iglesia primitiva, se rezaron por primera vez en latín. Incluso, hoy en día, su versión en latín permite que estas oraciones se compartan con los cristianos de todas las épocas y países. Algunas parroquias todavía recitan la plegaria eucarística en latín durante la misa. De hecho, esta es también la versión que se escucha en las oraciones monásticas, y de la cual se derivan los cantos gregorianos. Vuelve a descubrir con Hozana hermosas oraciones en latín, por ejemplo, el Pater Noster, el Ave María, el Kyrie, el Agnus Dei, el Confiteor, el Anima Christi, el Credo, el Veni Creator.

La señal de la cruz (Signum Cruci)

Antes de comenzar cualquier oración, el cristiano se hace la señal de la Santa Cruz: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". A continuación, la misma frase en latín:

"In nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti". Amén."

Las principales oraciones cristianas en latín

Estas son cinco de las oraciones cristianas más importantes en su versión en latín:

Oraciones a la Virgen María en latín

Para rezar a la Santísima Virgen, los católicos pueden recitar varias oraciones en latín que son muy hermosas: el Ave María (Dios te salve María), la Salve Regina y el Magnificat.

Oraciones de la misa y canon romano en latín

Según la liturgia, en cada misa o en ciertas celebraciones, se rezan ciertas oraciones como la plegaria eucarística. De hecho, aunque hoy en día estas oraciones se rezan generalmente en español, en la antigüedad se cantaban en latín (misa gregoriana), incluso, algunas todavía se conocen por su nombre original en latín:

Oraciones cristianas antiguas en latín

También hay antiguas oraciones de acción de gracias e himnos de alabanza que se pueden recitar en latín: el Te deum, el tantum ergo y el anima christi.

Oración en latín por los muertos

A veces, para los funerales se solicitan oraciones en latín; el carácter solemne del rezo en latín puede facilitar la meditación y el recogimiento interior. Por ejemplo, este es el caso del salmo De profundis, que a menudo se elige como la oración por los difuntos.


A continuación, una breve oración por los muertos en latín: Réquiem Æternam:

"Réquiem ætérnam dona eis Dómine, et lux perpétua lúceat eis. Requiéscant in pace. Amen."

(Concédele, Señor, el descanso eterno y brille para él (ella) la luz eterna. Que descansen en paz. Amén.)