Lourdes: Apariciones, mensajes, milagros, peregrinaciones y oración
Cuatro años después de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción en 1854, la Virgen María se aparece en Lourdes, una pequeña ciudad en los Altos Pirineos. Es el inicio de una serie de 18 apariciones que duraron seis meses. La vidente, Bernadette Soubirous, se ve sometida a una fuerte presión, primero por parte de sus padres y luego por parte de todo el clero, mientras el número de fieles presentes en cada aparición crecía sin cesar. Estas apariciones tuvieron lugar 12 años después de las apariciones marianas de La Salette, que en 1858 aún generaban intensas polémicas y ataques anticlericales. Lourdes es famosa por las innumerables curaciones milagrosas que han tenido lugar allí. Descubre cómo pedir un milagro a Nuestra Señora de Lourdes.
Historia de las apariciones
Bernadette Soubirous es la mayor de una de las familias más pobres de Lourdes que vive en una sola habitación situada en la antigua prisión de Lourdes, además era ignorante en temas religiosos y no sabía leer ni escribir.
Primera aparición el 11 de febrero de 1858
Mientras recogía leña cerca del río Gave con su hermana y una amiga, Bernadette oye un sonido parecido al de un viento fuerte que, al repetirse, la hizo levantar la cabeza. Entonces vio, al otro lado del Gave, un suave resplandor cerca de la cueva. Distinguió en ese resplandor a una hermosa joven que le sonreía. Bernadette se frota los ojos, creyendo que está sufriendo una alucinación. Pero lo que ve no desaparece. La aparición hace la señal de la cruz y toma un rosario, Bernadette hace lo mismo. Entonces, la aparición desaparece en un rastro de luz. Las otras dos jóvenes no vieron nada.
Siguientes apariciones
No es hasta la tercera aparición, una semana más tarde, cuando la Virgen le habla a Bernadette. Esta le había preguntado su nombre a la joven, tendiéndole un papel y una pluma. La joven le respondió entonces sonriendo: “No es necesario”. Y añade: “¿Me harías el favor de venir aquí durante quince días?”. Bernadette aceptó y la joven añadió: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el otro”.
En cada ocasión, la Virgen apareció cuando Bernadette comenzaba a rezar el rosario. Se encontraba en un estado de éxtasis que muchos testigos la describieron con: “los ojos muy abiertos, las manos juntas, lágrimas brotando de los ojos, una sonrisa sincera y un rostro hermoso”. Otros testigos describieron una insensibilidad total al dolor (pinchazo de aguja, llama de una vela en la mano).
Las siguientes apariciones fueron silenciosas, pero algunos fieles ya acudían a la gruta con Bernadette. El comisario de policía se preocupaba por este revuelo e interrogó a Bernadette, quien respondió con bastante sentido común. Por ejemplo, en respuesta a la sugerencia del comisario, ella dice: “No digo que haya visto a la Santísima Virgen. He visto algo blanco con forma de muchacha”. El comisario la interrogó más bruscamente, tratando de hacerla contradecirse, pero no lo logró.
En la octava aparición, la Virgen estaba triste y le pide: “¡Penitencia, penitencia, penitencia! Reza por los pecadores”. Al día siguiente, la Virgen le pide a Bernadette que beba y se lave en el agua de la fuente que hay debajo de la roca, la misma fuente que aún hoy cura a miles de peregrinos. Ese mismo día, el fiscal imperial convocó a Bernadette y le prohibió volver a la gruta, algo que ya había intentado sin éxito el comisario anteriormente. La amenazó con la cárcel, pero Bernadette no se dejó intimidar.
En la decimotercera aparición, la Virgen le pide a Bernadette que pida a los sacerdotes que vengan aquí en procesión y construyan una capilla. Bernadette es enviada por su confesor al párroco Peyramale. Este desea saber el nombre de la joven y le pide como prueba que florezca el rosal silvestre de la gruta. Pero en las tres semanas siguientes, Bernadette solo obtubo una sonrisa como respuesta. Finalmente, durante la aparición del 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, la Virgen responde en el dialecto de Bernadette que ella es la Inmaculada Concepción. Haciendo todo lo posible por recordar los términos exactos de esta expresión que no conoce en absoluto, Bernadette corrió hacia el cura para anunciárselo. A los ojos del cura, esto representó una prueba suficiente de que era realmente la Virgen quien se aparecía, aunque el dogma se había proclamado cuatro años antes.
El 7 de abril, más de mil personas se agolparon en la gruta, acompañando a la Virgen. El acceso a la gruta quedó cerrado por una valla colocada por la policía.
La última aparición tuvo lugar el 16 de julio, fiesta de Nuestra Señora del Monte Carmelo. La Virgen permaneció en silencio, pero “nunca había estado tan hermosa”, dijo Bernadette, que se quedó al otro lado del Gave como la primera vez, ya que no pudo acceder a la gruta debido a la prohibición de acceso.
Después de las apariciones
Monseñor Laurence, obispo de Tarbes, creó una comisión de investigación el 28 de julio, invitando a la prudencia, la calma y la reflexión. Bernadette es interrogada durante largo tiempo por teólogos y por el obispo. El 18 de enero de 1862, el obispo dictaminó que “la Inmaculada María, madre de Dios, se apareció realmente a Bernadette Soubirous entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858” y que “esta aparición reúne todos los caracteres de la verdad y que los fieles tienen motivos para creerla cierta”.
Se construyó la capilla solicitada, que se convertiría en basílica en los años siguientes. Bernadette abandona Lourdes y entra en la congregación de las Hermanas de la Caridad de Nevers en 1866. Allí fallece en 1879, a la edad de 35 años, y es canonizada en 1933. Su cuerpo es exhumado con motivo de la canonización, se encuentra intacto y así permanece en las exhumaciones posteriores.
Mensaje y milagros de Lourdes
Mensajes
Los mensajes de la Virgen en Lourdes son muy sencillos: llamado a la oración y a la penitencia, construcción de una capilla e invitación a peregrinar hasta allí. (Consulta los mensajes de Medjugorje)
Milagros
Muy pronto, mientras las apariciones aún continuaban, se empezaron a reportar curaciones milagrosas en la fuente descubierta por Bernadette. El número creciente de curaciones obligó a las autoridades eclesiásticas a establecer un procedimiento estricto en el que una oficina médica registraba los casos de curación considerados milagrosos.
El procedimiento para reconocer un milagro era drástico. En 2003, se registraron 6000 reportes de curaciones en Lourdes, de los cuales 2000 casos pueden considerarse curaciones extraordinarias. Sin embargo, hasta la fecha, solo 70 curaciones milagrosas han sido oficialmente contabilizadas en Lourdes por la Iglesia.
Peregrinaciones en Lourdes
Entre 1862 y 1871 se construyó una primera basílica, pero rápidamente resultó insuficiente para acoger al creciente número de peregrinos que acudían a Lourdes. Así, en 1883, se colocó la primera piedra de la Basílica del Rosario.
Oración a Nuestra Señora de Lourdes
Descubre varias oraciones a Nuestra Señora de Lourdes.
A continuación, también te presentamos esta magnífica oración a María:
“Nuestra Señora de Lourdes, tú que, como una madre amorosa, revelaste a Bernadette las palabras de la oración, enséñanos a rezar. Tu vida está totalmente orientada hacia Dios por medio de Jesús, su Hijo y tu Hijo. Con este rosario que rezamos, queremos confiarte la vida de nuestros seres queridos y la de todas las familias de la tierra. Que la ternura con la que rodeabas a Jesús, tu hijo, sea la que guíe a todas las madres. Ayuda a nuestros hijos y nietos a descubrir cuánto los ama Dios. Rodea con especial atención a aquellos de nosotros que son más frágiles, a aquellos que el cansancio, la desesperación y la enfermedad desaniman. Reaviva en nosotros la esperanza que era tuya en la mañana de Pascua. Nuestra Señora de Lourdes: vela por las mujeres y los hombres de este tiempo. Dirige sin cesar nuestras miradas y nuestros corazones hacia Jesús, que nos da a conocer al Padre. ¡Amén!”.
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