Las oraciones litúrgicas son oraciones recitadas por el celebrante durante la misa. También se les llama oraciones presidenciales. Corresponden a momentos de recogimiento de la asamblea y, por tanto, son diferentes de la oración meditativa. En el rito romano, corresponden a tres momentos distintos de la celebración: la recepción, el ofertorio y después de la comunión. Existen oraciones para los tiempos litúrgicos y para los domingos ordinarios.
Esta oración también se llama colecta (oración de súplica) porque su finalidad es reunir a los fieles al inicio de la celebración.
“Dios eterno y todopoderoso, que para mostrar a la humanidad qué humillación debe imitar, quisiste que nuestro Salvador, en un cuerpo similar al nuestro, sufriera la muerte en la cruz: concédenos esta gracia para retener las enseñanzas de su Pasión y poder compartir su resurrección.”
“Padre, tú que creaste maravillosamente al hombre y aún más maravillosamente restableciste su dignidad, haznos participar de la divinidad de tu Hijo, ya que Él quiso tomar nuestra humanidad.”
“Esta, Señor, es la ofrenda de este día que, nosotros tus siervos, te presentamos a ti y por toda nuestra familia. Acéptalas con bondad. Ordena en tu paz los días de nuestra vida. Dígnate preservarnos del pecado y contarnos entre tus elegidos, por los siglos de los siglos. Amen.”
“Dios Padre nuestro, nuestro corazón se regocija porque una vez más nos has declarado tu amor y has compartido el pan de vida. Es la misma savia que nos nutre haciendo de nosotros un solo cuerpo. Enséñanos a ser verdaderamente tus discípulos y a dar fruto para tu gloria que no es otra cosa que la felicidad de los hombres.”
Hozana te ofrece diversas propuestas espirituales para que puedas aprender a orar y crecer en tu vida espiritual.
Por ejemplo, para practicar la oración de recogimiento, deja que Santa Teresa de Ávila te guíe por el "castillo interior" de tu alma hasta el Señor, uniéndote a esta novena de Hozana.
Además, si deseas aprender a orar, te invitamos a hacer parte de esta comunidad en línea para que la oración empiece a hacer parte de tu diario vivir.