Tiempo Pascual

La Pascua es la fiesta que celebra la resurrección de Cristo, y se extiende durante un período conocido como Tiempo Pascual. El tiempo pascual comprende una duración de 50 días que nos invitan a profundizar en el Misterio Pascual, el cual se considera como el centro de la vida cristiana.

A cotinuación, te invitamos a descubrir el significado del Tiempo Pascual, que nos permite prepararnos para el Pentecostés, y cómo la Iglesia celebra este hermoso momento durante los ocho domingos de Pascua

Pascua: ¡50 días para celebrar la Pascua!

El Tiempo Pascual comienza con el Domingo de Resurrección (o domingo de Pascua), y termina 50 días más tarde con la celebración de Pentecostés. Este período fue instituido en el siglo III y se lleva a cabo durante ocho domingos consecutivos, formando así una octava de domingos) ... En otras palabras, el tiempo Pascual se considera como una "semana de semanas", tal como lo describió acertadamente San Basilio en uno de sus discursos. 

Lo más hermoso de estas fechas es que cada domingo de Pascua se une no solo para formar el Tiempo Pascual, sino también para constituir una sola fiesta que celebra el día de la resurrección del Señor. Al respecto, San Ireneo se refirió diciendo que cada uno "tiene el mismo significado y profundidad que el domingo de Pascua". 

Tengamos en cuenta que, la Iglesia nos invita a celebrar la resurrección de Cristo a lo largo de cincuenta días, de modo que el Tiempo Pascual nos ayude a sumergirnos en la alegría de la salvación, y a apropiarnos de la promesa de Jesús cuando dijo: “Padre, quiero que los que tú me diste estén conmigo donde yo esté, para que contemplen la gloria que me has dado, porque ya me amabas antes de la creación del mundo” (Juan 17:24).

En resumidas cuentas, los cincuenta días del Tiempo pascual, que van desde Pascua hasta Pentecostés, celebran la presencia viva de Cristo resucitado a nuestro lado, en nuestra vida y en nuestro mundo. Este es el fundamento de nuestra fe, tal y como lo dice San Pablo: “Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados no han sido perdonados” (1 Corintios 15:17).

La celebración de los domingos de Pascua

Cada domingo de Pascua nos invita a descubrir la presencia de Jesús resucitado y nos ayuda a sumergirnos poco a poco en el misterio de Cristo. Asimismo, los Evangelios, que están llenos de una extrema riqueza espiritual, marcan este recorrido de manera especial, sin olvidar que los tres años litúrgicos aportan mucha diversidad a estas celebraciones. 

Tengamos en cuenta que, en primer lugar, los Evangelios retoman cada una de las diferentes apariciones de Cristo luego de haber resucitado. De este modo, cada año, durante la Vigilia pascual se vuelve a leer el relato del descubrimiento de la tumba vacía durante la Vigilia Pascual, la confesión de fe del discípulo "amado" en el Evangelio de Juan, el famoso relato de la incredulidad de Santo Tomás, entre otros.

Además, en el tercer domingo de Pascua, en general se lee el pasaje sobre la aparición de Jesús a sus discípulos en el camino de Emaús (Lucas 24:35-48), el relato de la pesca milagrosa (Juan 21:1-19), o el relato de la cena de Cristo con sus discípulos (Lucas 24:41), teniendo en cuenta que, los Evangelios difieren según el año litúrgico:  

Luego, a partir del cuarto domingo de Pascua, los Evangelios nos conducen a una meditación sobre la naturaleza de Cristo y sus mandamientos, pero también anuncian el Pentecostés: 

  • El 4º domingo, se lee el discurso de Jesús sobre el buen Pastor: “Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí” (Juan 10:11-18)
  • Del 5º al 7º domingo generalmente se leen pasajes del Evangelio de San Juan, que recuerdan los mandamientos de Jesús: “Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos (Juan 15:9-17) y anuncian la venida del Espíritu Santo: “No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes” (Juan 14:18).
  • El octavo domingo es el domingo de Pentecostés, y ese día se vuelve a leer el evangelio de San Juan, que revela las palabras de Jesús sobre la venida del Paráclito, el Defensor: “Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes” (Juan 14:15-16; 23b-26).

Tiempo pascual: ¡un camino de conversión!

El tiempo pascual es una oportunidad para seguir un camino espiritual de conversión, mientras meditamos en las distintas apariciones de Cristo resucitado, quien se nos va manifestando a lo largo de los ocho domingos de Pascua

De hecho, ¡estos cincuenta días son un tiempo de alegría y luz!: por una parte, nos damos cuenta de la veracidad de la presencia de Jesús, que está a nuestro lado, por otra, nuestro corazón se prepara para el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés. Recordemos que, la venida del Espíritu es una señal de la nueva alianza de Dios con los hombres, el cual da inicio a un tiempo de evangelización: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado”. (Mateo 28:19-20). 

Cabe destacar que, en el último versículo del capítulo 28, las últimas palabras de Jesús antes de su Ascensión son una muestra indiscutible de su amorosa presencia en medio nuestro: “Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).

Reza con Hozana durante la Semana Santa

Pongamos estos cincuenta días de Tiempo pascual bajo la mirada de Cristo resucitado. Entremos en la alegría de la salvación, porque nunca podrán quitarnos esta alegría que da sentido al misterio del sufrimiento: ¡Por medio de su resurrección, Jesús ha transformado el mal, hecho "todo nuevo" y dado la vida verdadera! 

Para eso, Hozana te invita a descubrir diversas comunidades de oración para vivir plenamente este tiempo bendito de luz y alegría:

  • Contempla el misterio de la Cruz y descubre su alegría recibiendo cada día una meditación en audio para vivir plenamente este acontecimiento. 
  • Responde al llamado de Cristo: "¡Ven y sígueme!" (Mateo 19:21)... Sigue al resucitado y profundiza en tu relación con Él mediante esta novena en línea.
  • Prepárate para la alegría del Pentecostés y aparta nueve días para rezar al Espíritu Santo, conocerlo mejor y descubrir sus siete dones a través de este retiro en línea.