Bautismo del Señor

En Occidente, la fiesta del bautismo de Jesús se celebra el domingo siguiente a la Epifanía, permitiendo así el cierre del ciclo litúrgico de la Navidad. De hecho, este es uno de los principales acontecimientos de la vida de Cristo, a tal punto que los tres evangelistas nos dan los detalles en la Biblia. Por otro lado, esta fiesta se considera tradicionalmente como una "Teofanía", es decir, como una manifestación divina, puesto que Dios mismo se reveló a los hombres mediante el bautismo de su hijo Jesús. Cabe anotar que, el bautismo en el Jordán también nos permite contemplar el gran misterio de la encarnación de Cristo y la redención que nos promete cuando confiamos en Él.

Te invitamos a descubrir todo sobre esta gran fiesta, a través de la cual Cristo se manifiesta a los hombres y les promete la salvación. 

El bautismo de Jesús en la Biblia

El bautismo de Jesús es uno de los principales acontecimientos de la vida de Cristo, de tal manera que se relata en los tres evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Aconteció que Juan el Bautista bautizó a Jesús en el río Jordán, cuyas aguas marcan la frontera con la Tierra Prometida, tal como se define en el Antiguo Testamento. 

De hecho, en aquel entonces Juan el Bautista hacía un llamado a los judíos a la conversión y al arrepentimiento mediante el bautismo, sabiendo que este acto permite a los bautizados no solo reconocer su condición de pecadores, sino también entrar a la Tierra Prometida para el pueblo hebreo.

Además, Juan el Bautista también anunció y preparó la venida del Mesías diciendo: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo” (Marcos 1:7-11). Por eso, cuando Jesús se presentó ante él, pidiendo ser bautizado, Juan exclamó diciendo: “Soy yo el que tiene necesidad de ser bautizado por ti, ¡y eres tú el que viene a mi encuentro!” (Mateo 3:13-17), pero Jesús le respondió: “Ahora déjame hacer esto, porque conviene que así cumplamos todo lo que es justo». Y Juan se lo permitió” (Mateo 3:13-17).

Luego, los tres evangelistas relatan, de manera más o menos similar, que después de esto hubo una gran señal en el cielo: “Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo. Y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección” (Lucas 3:21-22).

La celebración del bautismo de nuestro Señor Jesús

Teofanía, la fiesta del bautismo de Cristo.

Hasta el Concilio Vaticano II, la fiesta del bautismo de Jesús se celebraba el mismo día que la Epifanía. De hecho, en las iglesias orientales que han conservado esta tradición, esta celebración se sigue llamando "Teofanía", es decir, la "manifestación de Dios a los hombres". 

De este modo, se puede decir que el bautismo de Cristo es, en efecto, un acontecimiento bíblico principal, pues marca el inicio de la vida civil de Jesús, al mismo tiempo que manifiesta la profunda intimidad entre Dios y la humanidad. Además, este hecho también se considera como la primera manifestación de la Santísima Trinidad a la humanidad: “En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección»2 (Marcos 1:7-11).

En otras palabras, este acontecimiento da testimonio de la divinidad de Jesús, por medio de Dios Padre y con el Espíritu Santo.

Liturgia del Bautismo de Jesús

La fiesta del bautismo de Jesús se celebra con una liturgia hermosa, luminosa y alegre. 

En la primera lectura, el libro del profeta Isaías nos llama a la conversión “¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca!” (Isaías 55:1-11) y anuncia la venida de Cristo en gloria “Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor” (Isaías 40:1-5; 9-11). 

En la segunda lectura, la carta del apóstol San Pablo a Tito nos revela el significado profundo del bautismo de Cristo: “Él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo” (Tito 2:11-14; 3,4-7).

Por último, dependiendo del año litúrgico, es posible meditar en los Evangelios de Mateo, Marcos o Lucas, sabiendo que cada uno de ellos nos permite comprender mejor la escena del bautismo de Jesús desde una perspectiva particular.

Significado teológico del bautismo de Jesús

El bautismo de Cristo por medio de Juan el Bautista marca el comienzo mismo de su ministerio público: a través de este gran acontecimiento, Jesús se manifiesta a los hombres, como nos explica San Jerónimo: "En su natividad, el Hijo de Dios vino al mundo de forma oculta, en el Bautismo aparece de manera manifiesta". Pero, alguna vez te has preguntado ¿por qué Jesús quería ser bautizado o cuál es el significado teológico de este acontecimiento?... Te lo explicamos a continuación:

Además, el bautismo de Jesús expresa todo el misterio del cristianismo: la revelación de la divinidad de Jesús a través de la Santísima Trinidad, la expresión de la absoluta humildad del Hijo de Dios, que cargó el peso del pecado de las multitudes, y finalmente el anuncio de la muerte y resurrección de Cristo, que marca nuestra redención. 

Tengamos en cuenta que, a través de su bautismo, Cristo también nos otorga la condición de hijos e hijas de Dios y nos redime del pecado original. De hecho, en su carta a Tire, San Pablo lo expresa diciendo: “Él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo" (Tito 2:11-14; 3:4-7).

Oración para el día del bautismo de Cristo

“¡Gloria a ti, oh Padre, Dios de Abraham, Isaac y Jacob
 Tú has enviado a tus siervos, los profetas
 a proclamare tu palabra de amor fiel
 y a llamar a tu pueblo al arrepentimiento.

A las orillas del Río Jordán,
 Has suscitado a Juan el Bautista,
 una voz que grita en el desierto,
 enviado a toda la región del Jordán,
 a preparar el camino del Señor,
 a anunciar la venida de Cristo.

¡Gloria a ti, oh Cristo, Hijo de Dios!
 Has venido a las aguas del Jordán
 Para ser bautizado por manos de Juan.
 Sobre ti el Espíritu descendió como una paloma.
 Sobre ti se abrieron los cielos,
 Y se escuchó la voz del Padre:
 "Este es mi Hijo, el Predilecto!"

Del río bendecido con tu presencia
 Has partido para bautizar no sólo con el agua
 sino con fuego y Espíritu Santo.
 ¡Gloria a ti, oh Espíritu Santo, Señor!
 Por tu poder la Iglesia es bautizada,
 Descendiendo con Cristo en la muerte
 Y resurgiendo junto a él a una nueva vida.

Por tu poder, nos vemos liberados del pecado
 para convertirnos en hijos de Dios,
 el glorioso cuerpo de Cristo.

Por tu poder, todo temor es vencido,
 Y es predicado el Evangelio del amor
 En cada rincón de la tierra,
 para la gloria de Dios,
 el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo,
 a Él todo honor en este Año Jubilar
 y en todos los siglos por venir. Amén”

-Oración de San Juan Pablo II en el Sitio del Bautismo del Señor, 2000.

¡Ora con Hozana y deja que el Señor se derrame en ti y en tu alrededor!

Recordemos que, como dice San Agustín (Sermón 51:33), Jesús quiso ser bautizado "para proclamar con su humildad lo que era necesario para nosotros". De este modo, con su bautismo, Jesús instituyó el bautismo cristiano y nos hizo un llamado importante: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28:19).

Por eso, te invitamos a rezar por el derramamiento de su Espíritu Santo sobre el mundo, tal como lo recibimos en nuestro bautismo, uniéndote a una de estas comunidades de oración en línea:

Mediante este retiro podrás llamar al Espíritu Santo y clamar por un nuevo Pentecostés sobre el mundo! 

¡Prepárate para el Pentecotés con esta Novena al Espíritu Santo y déjate guiar por Él para que descienda en tu vida!

¡Reza durante 9 días con Paulina Jaricot para despertar tu bautismo y compromiso misionero!

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