San José Obrero

San José es uno de los únicos santos de la Iglesia católica que tiene dos fiestas: el 19 de marzo se le celebra como el santo patrono de la Iglesia universal y esposo de la Virgen María; pero también se celebra el 1 de mayo como el santo patrono de los trabajadores

Te invitamos a descubrir por qué y cómo los trabajadores cristianos celebran al carpintero de Nazaret en el Día del Trabajo.

1 de mayo, día de los trabajadores

Origen del Primero de Mayo: una fiesta civil y laica

El Día del Trabajo, que se celebra el 1 de mayo, tiene su origen en las manifestaciones obreras que se llevaron a cabo por primera vez en Estados Unidos, y posteriormente se repitieron en otros países del mundo. Estas primeras manifestaciones, que datan del siglo XIX, tenían como objetivo la obtención de una jornada laboral de 8 horas

El primer desfile del primero de mayo se realizó en Francia, en el año de 1890. Posteriormente esta fecha se convirtió en el día tradicional de las manifestaciones obreras, y se estableció como día festivo en 1948.

La instauración de la fiesta de San José y su patronazgo

En 1955, el Papa Pío XII instituyó a San José como santo patrono de los trabajadores, e hizo del 1 de mayo la fiesta de San José artesano (o San José obrero). 

Además, con este patronazgo, la Iglesia quiso mostrar su interés por los asuntos laborales y los derechos de los trabajadores, especialmente de la clase obrera.   

De hecho, esta atención de la Iglesia y esta toma de conciencia de las dificultades y problemas ligados al mundo del trabajo siguen manteniéndose vigentes. Si bien es cierto que las cuestiones y reivindicaciones sociales han evolucionado a lo largo del siglo pasado, hoy en día aún se siguen presentando diferentes dificultades y sufrimientos, por ejemplo, la competencia, el culto al rendimiento, la búsqueda de una productividad cada vez mayor, etc., los cuales generan estrés, desempleo e inestabilidad laboral.

San José, patrono de los trabajadores

La santificación a través del trabajo

San José, carpintero de profesión, nos recuerda hasta qué punto el trabajo forma parte del plan de Dios en nuestras vidas. 

De hecho, José es un modelo para todos los trabajadores, ya que nos recuerda la belleza y la nobleza del trabajo, que no debe esclavizar al hombre, sino contribuir a su realización, liberación y santificación.

Este gran hombre, con el trabajo de sus manos, proveyó a las necesidades de María y de Jesús. También transmitió sus conocimientos al Hijo de Dios, que le acompañó en esta bella labor, antes de comenzar su vida pública… ¡Hay tantos misterios y gracias que proceden del taller de San José…! Como dice San Juan Pablo II en su exhortación apostólica Redemptoris Custos

“Gracias a su banco de trabajo sobre el que ejercía su profesión con Jesús, José acercó el trabajo humano al misterio de la redención. En el crecimiento humano de Jesús «en sabiduría, edad y gracia» representó una parte notable la virtud de la laboriosidad, al ser «el trabajo un bien del hombre» que «transforma la naturaleza» y que hace al hombre «en cierto sentido más hombre»”.

A través de nuestro trabajo, estamos llamados a participar en la creación. Mediante la humildad y la dedicación a nuestras tareas, descubrimos su acción redentora.

Por tal razón, los trabajadores cristianos están invitados a rezar a San José el 1 de mayo, y a confiar su vida laboral a su intercesión, para que sea fuente de muchas gracias.

Oración de San Pío X a San José, patrono y modelo de los trabajadores

“Glorioso San José, modelo de todos aquellos que se dedican al trabajo, obtenedme la gracia de trabajar con espíritu de penitencia para la expiación de mis numerosos pecados; de trabajar en conciencia, poniendo el culto del deber por encima de mis inclinaciones; de trabajar con reconocimiento y alegría, considerando un honor el emplear y desarrollar por el trabajo los dones recibidos de Dios; de trabajar con orden, paz, moderación y paciencia, sin retroceder jamás ante la pereza y las dificultades; de trabajar sobre todo con pureza de intención y desprendimiento de mí mismo, teniendo sin cesar ante mis ojos la muerte y la cuenta que deberé rendir del tiempo perdido, de los talentos inutilizados, del bien omitido y de las vanas complacencias en el éxito, tan funestas para la obra de Dios.

Todo por Jesús, todo por María, todo a imitación vuestra ¡oh Patriarca San José! Tal será mi divisa en la vida y en la muerte. Así sea.

Encuentra aquí muchas otras oraciones para confiar tu trabajo al Señor, incluida la novena a San José obrero

¡Reza y encomienda tu trabajo a San José con Hozana!

Hozana te propone diferentes novenas e itinerarios a San José para que puedas rezarle y pedir su intercesión cuando lo necesites. Por ejemplo, puedes: 

¡Ven y reza a San José Obrero con Hozana!