Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos, que precede a la fiesta de la Pascua y marca el comienzo de la Semana Santa, conmemora la entrada real de Jesús a Jerusalén y su aclamación como el Mesías. A decir verdad, ese día la Iglesia también celebra la Pasión y muerte de Jesús en la cruz, de ahí el nombre litúrgico de esta fiesta: "Celebración del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor".
Alguna vez te has preguntado ¿cuál es el origen bíblico del Domingo de Ramos y cómo lo celebran los cristianos? Entonces te invitamos a descubrir todo sobre esta celebración a continuación.
Origen bíblico del Domingo de pasión o Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, tal como se relata en los cuatro Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
De hecho, los apóstoles de Cristo nos cuentan que, algún tiempo antes de la fiesta de la Pascua judía, Jesús entró a Jerusalén, lugar de su pasión y muerte, y luego de pedir a dos de sus discípulos que le trajeran un pollino, visitó la ciudad santa de una manera muy modesta, presentándose a todos como el tan anhelado Mesías anunciado por los profetas. Acto seguido, la multitud comenzó a aclamarlo, y los habitantes de Jerusalén arrojaban vestiduras en el camino y agitaban ramas de palma mientras pasaba.
El apóstol Juan describe este acontecimiento de la siguiente manera: “Al día siguiente, la gran multitud que había venido para la fiesta, se enteró de que Jesús se dirigía a Jerusalén. Y, tomando hojas de palmera, salieron a su encuentro y lo aclamaban diciendo: «¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel!»” (Juan 12:12-13).
La celebración del Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos se celebra el domingo anterior a la fiesta de Pascua. De hecho, ese día marca el inicio de la Semana Santa y conmemora dos acontecimientos cruciales: en primer lugar, la llegada triunfal de Jesús a Jerusalén y su aclamación como rey por la multitud, y en segundo lugar, la Pasión y muerte de Cristo en la cruz. El nombre de esta fiesta se conoce oficialmente como la "Celebración del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor".
La celebración del Domingo de Ramos es muy especial, pues es el único día del año en que se celebran dos vísperas, adicionalmente, la liturgia de la misa se divide en dos tiempos distintos.
La celebración comienza en la plaza de la iglesia con la bendición de los ramos, luego se lee el relato de la entrada de Jesús en la ciudad santa y se realiza la procesión de entrada hacia la iglesia en la que se celebrará la misa, acompañada del himno “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. De hecho, esta procesión conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén, así como también el día escatológico en que entraremos en la Jerusalén celestial.
Durante la segunda parte de la procesión se celebra la Pasión de Cristo, por lo que se hace la lectura completa de la Pasión. También se puede leer un texto de San Pablo que establece un paralelismo entre el hecho de que Cristo se humillara y luego fuera exaltado: “al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre” (Filipenses 2:6-11).
Cabe anotar que el Domingo de Ramos, los ornamentos litúrgicos se tiñen de rojo, lo cual nos recuerda dos aspectos de esta celebración: la realeza de Jesús y su Pasión.
Tradiciones y oraciones del Domingo de Ramos
Tradiciones cristianas del Domingo de Ramos
La tradición cristiana del Domingo de Ramos es colocar las ramas, que han sido previamente bendecidas, en las tumbas de los cementerios, o colgarlas en crucifijos o cuadros religiosos de la casa hasta el año siguiente. Por otro lado, el miércoles de ceniza se toman las ramas, que son símbolos de vida, se queman y luego se usan sus cenizas para marcar la frente de los fieles.
Esta tradición tiene un fuerte simbolismo: colocar los ramos en la propia casa es un verdadero acto de amor y confianza hacia Jesús: ¡creemos que a través de este gesto, Cristo resucitado entra y se queda en nuestra casa! En este orden de ideas, lo proclamamos "rey" y "salvador", como dice San Mateo: “Digan a la hija de Sión: Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre un asna, sobre la cría de un animal de carga” (Mateo 21:5).
Oración del Domingo de Ramos
“En este Domingo de Ramos tan singular,
Señor Jesús, desde el silencio en mi casa,
te aclamo hoy como aquel día te aclamó el pueblo de Jerusalén,
cuando entrabas en la ciudad montado en un burrito.
Levanto mis manos a ti, con humildad,
no tengo palmas ni palmones,
pero sí mi corazón sediento de ti y de tu poder,
y algunos esfuerzos, sacrificios y esperanzas,
en estos días de dificultad, míos y de otras personas,
que te ofrezco con confianza.
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Hosanna en el cielo!
¡Viva Jesús, rey de reyes!
Bendícenos, protégenos del mal,
sé Tú por siempre nuestro rey.
Amén”.
-Fuente: Aleteia
Con Hozana, ¡camina con Cristo en Semana Santa!
En el Domingo de Ramos, contemplamos a Cristo, Rey de Israel, quien eligió dar su vida por nosotros, para salvarnos. Entonces, ante un don tan grande, estamos llamados, como nos dice Benedicto XVI, a “corresponder de modo adecuado, o sea, con el don de nosotros mismos, de nuestro tiempo, de nuestra oración, de nuestro estar en comunión profunda de amor con Cristo que sufre, muere y resucita por nosotros”. (Homilía del 1 de abril de 2012)
Por lo tanto, con motivo del Domingo de Ramos y la entrada en la Semana Santa, te invitamos a vivir una subida hacia la Pascua con los retiros y comunidades en línea que ofrece Hozana:
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¡Ven y camina con Jesús en esta fecha tan especial!
