La transfiguración

La fiesta cristiana de la Transfiguración tiene lugar el 6 de agosto en el calendario litúrgico católico, y celebra un acontecimiento capital en la vida terrenal de Jesús: la revelación de su naturaleza divina como Hijo de Dios. Este episodio se relata en el Nuevo Testamento y manifiesta para los cristianos la fe que los mueve: la esperanza de la resurrección, el seguimiento de Cristo.

¿Qué es la Transfiguración de Jesús?

La Transfiguración de Jesús, una revelación de su naturaleza divina

Etimológicamente, el término transfiguración procede de la traducción latina de la palabra griega “metamorphosis”, que significica metamorfósis, la cual se refiere a un cambio de apariencia corporal, es decir, a una transformación o transmutación de aspecto.

En este orden de ideas, la Transfiguración de Jesús se considera como el momento en que Cristo revela su naturaleza divina a sus discípulos: ¡aparece transfigurado, mostrándoles su gloria como hijo predilecto del Padre!

La Transfiguración en la Biblia

El episodio de la Transfiguración se relata en tres evangelios del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos y Lucas. Los tres nos cuentan que Jesús fue a la montaña con tres de sus discípulos -Pedro, Santiago y Juan-, y de repente fue transfigurado, es decir, sufrió una especie de metamorfósis que te explicamos a continuación: su cuerpo comenzó a resplandecer y sus vestidos tomaron un color blanco deslumbrante. Al respecto, las Escrituras dicen:  "sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas" (Marcos 9:3). A su lado estában Elías y Moisés, para dar testimonio de la Ley y los profetas.

Por su parte, San Lucas nos cuenta lo que sucedió como sigue: "Una nube los cubrió con su sombra y al entrar en ella, los discípulos se llenaron de temor. Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: "Este es mi Hijo, el Elegido; escúchenlo" (Lucas 9: 34b-35).

Significado cristiano de la Transfiguración

Para los cristianos, el acontecimiento de la Transfiguración de Cristo es una prefiguración del estado corporal que ellos también tendrán después de la resurrección de los muertos. En este orden de ideas, el cuerpo glorioso de Jesús, revestido de una vestidura blanca y resplandeciente, anuncia con anticipación el gran misterio de la resurrección, en el cual todos estamos invitados a participar, y que se expresa en la oración del Credo.

Además, el relato de la Transfiguración anuncia nuestra condición de hijos de Dios, que refleja la "maravillosa adopción que hace a todos los creyentes hijos de Dios en su Hijo Jesús, y el resplandor con el que un día brillará todo el cuerpo de la Iglesia" (Liturgia católica).

Fiesta de la transfiguración del Señor: orígen, celebración y liturgia

La Transfiguración del Señor: una fiesta muy antigua

La fiesta de la Transfiguración se considera, junto con el bautismo de Jesús y la Epifanía, como una teofanía, es decir, una manifestación de Cristo como Hijo de Dios. De hecho, la Transfiguración es una fiesta oriental muy antigua, que desde el siglo VII se celebra cada 6 de agosto. Sin embargo,  aunque las iglesias orientales celebraban desde tiempos muy antiguos este acontecimiento bíblico, no fue sino hasta el siglo XV que se convirtió en una  fiesta universal, tras la victoria de Belgrado en 1456. En la actualidad, se celebra tanto en la Iglesia de Occidente como en la de Oriente.

Celebración y liturgia del 6 de agosto

Las lecturas de la misa de la Transfiguración nos ofrecen varios textos para reflexionar:

  • En la primera lectura, el profeta Daniel anuncia la realeza de Cristo: "Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido” (Daniel 7:14).
  • En la segunda lectura, san Pedro, testigo de la Transfiguración de Jesús, nos da su testimonio y nos invita a la fe: "Nosotros oímos esta voz que venía del cielo, mientras estábamos con él en la montaña santa. Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como en una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones” (2 Pedro 1:18-19).
  • Por último, el Evangelio de la Transfiguración del Señor nos invita a vivir este acontecimiento con los discípulos.

Meditación y oración en el día de la Transfiguración

La Transfiguración, ¡esperanza de la Iglesia!

Te presentamos un breve extracto de una meditación del Papa León Magno (395-461) que testifica la profunda esperanza de la Iglesia y nos llama a experimentar la misma transformación de Cristo en su Transfiguración:

"Cristo no previó otra cosa que fundar la esperanza de la Iglesia, haciendo descubrir a todo el cuerpo de Cristo la transformación que le sería concedida [...] El Señor mismo había declarado al respecto, cuando habló de la majestad de su venida: entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Y también el apóstol San Pablo atestigua: Considero que no hay comparación entre los sufrimientos del tiempo presente y la gloria que el Señor pronto realizará en nosotros. Y también: Habéis muerto con Cristo, y vuestra vida permanece escondida con Él en Dios. Cuando Cristo, que es vuestra vida, se manifieste, entonces apareceréis también vosotros con Él en plena gloria".

Oración en el día de la Transfiguración del Señor

"¡Gloria a ti, oh Cristo, que nos haces ver tu luz!
 Por tu transfiguración reaviva nuestra fe y nuestra esperanza.
 Esperamos aquel día en que transformarás nuestros pobres cuerpos en la imagen de tu Cuerpo glorioso, aquel día en que moraremos en tu Luz.

Bendito seas, Señor, por iluminar toda nuestra vida,
 Con esta esperanza nos haces ya ciudadanos del cielo.
 Nos das la capacidad de anticipar la vida del mundo futuro.
 Nos haces sentir tu belleza.
 Nos abres los ojos a tu reino presente en medio de nosotros,
 y contemplamos tu gloria.

Haznos vivir, como si viéramos lo invisible.
 Que nuestra fe toque tu corazón y acelere la venida de tu reino
Sobre nosotros, brille tu gloria eterna. Amén".

Vive la Transfiguración desde tu interior con Hozana

La Transfiguración del Señor nos recuerda que los cristianos también estamos llamados a transfigurarnos, a imagen de Cristo; a decir verdad, esta fiesta es también una invitación para que cada uno de nosotros vaya, como los apóstoles, al monte, es decir, al lugar de la presencia de Dios, y responda a su llamado: "Este es mi Hijo, el Elegido; escúchenlo" (Marcos 9:7b).

Por eso, para responder a la invitación del Padre de seguir a Cristo, dejándolo revelarse a nuestras vidas, te invitamos a unirte a estas comunidades de oración en línea: 

  • Escucha y medita las palabras de Cristo a lo largo de su vida recibiendo el evangelio del día en audio para que aprendas a ser cada día como Jesús.
  • Deja que la misericordia del Señor te transforme. Entra en la Escuela de la Misericordia y aprende a “misericordear" y a confiar en Jesús mediante esta comunidad de oración en línea.
  • Déjate transformar por la esperanza mediante este breve retiro en línea, y permite que este hermoso don de Dios ilumine tu ser y te cambie a la imágen de Cristo.