El Rosario de San Miguel es una expresión de devoción al Arcángel San Miguel. Las primeras referencias sobre esta oración -conocida como el Rosario del Ángel o el Rosario de los Ángeles- se remontan al siglo XVIII, tras las apariciones que habría recibido una monja carmelita portuguesa, Antonia d'Astonac, y fue difundida por Sor Marie-Colombe, una monja carmelita de Vetralla del siglo XVIII. A raíz de la petición de ésta última, de hacer público el rosario 100 años después de su muerte, el Papa Pío IX promulgó en 1851 un decreto sobre el rezo del rosario. ¡Descubre por qué y cómo rezar el rosario de San Miguel, jefe de los ángeles!
A lo largo de los años, este rosario ha ido acompañado de diversas promesas e indulgencias.
Hoy, sin embargo, se recomienda rezarlo sobre todo para dos grandes intenciones:
- Pedir la ayuda de San Miguel para la Iglesia en sus necesidades, para sostenerla en sus luchas (éste era el motivo principal de la petición de Sor Marie Colombe),
- Rezar por las almas del purgatorio y encomendarlas a la intercesión del Arcángel, defensor de los difuntos.
Recitar este rosario significa entablar una relación con San Miguel y aprender de él a servir mejor a la Virgen María, reina de los Ángeles, y, a través de ella, a Cristo.
San Miguel es el guerrero celestial. Con su ejército de santos ángeles, lucha contra los ángeles rebeldes y vence al dragón. Por lo tanto, podemos pedirle ayuda en nuestras guerras espirituales, así como su protección contra el mal.
Esta oración se reza utilizando un rosario especial de 39 cuentas divididas en nueve grupos de 3 cuentas pequeñas, cada una de las cuales representa uno de los nueve coros de ángeles.
(Descubre cuáles son los nueve coros de ángeles)
En las 4 primeras cuentas, rezar 4 "Padrenuestros": uno por cada arcángel (San Miguel, San Gabriel y San Rafael) y uno por nuestro ángel de la guarda.
Un saludo específico a uno de los nueve coros de ángeles
Un "Padre Nuestro" (cuenta grande)
Tres "Ave Marías" (cuentas pequeñas)
"Gloria al Padre"
"Por intercesión de San Miguel y de los Serafines, Señor, danos un corazón que sepa orarte, y haz que nos encendamos en tu amor".
"Por la intercesión de San Miguel y de los Querubines, Señor, concédenos el don de la sabiduría, y haznos testigos de tu verdad".
"Por intercesión de San Miguel y de los Tronos, Señor, mantennos fieles a tu Palabra, y ayúdanos a controlar los impulsos desordenados de nuestras pasiones".
“Por la intercesión de San Miguel y de las Dominaciones, Señor, ayúdanos a cumplir siempre tu voluntad y no nos dejes sucumbir a la tentación".
"Por la intercesión de San Miguel y de las Virtudes, Señor, abre nuestros ojos a las maravillas que realizas por nosotros y haznos artífices de tu Reino".
“Por la intercesión de San Miguel y de las Potencias, Señor, líbranos del Enemigo y haznos fuertes en los momentos de prueba”.
"Por la intercesión de San Miguel y de los Principados, Señor, haznos generosos, Señor, en el servicio a los demás y atentos a sus necesidades".
"Por la intercesión de San Miguel y de los Arcángeles, Señor, haz que conozcamos y sirvamos al plan que tienes para cada uno de nosotros, y responde a nuestras oraciones".
"Por intercesión de San Miguel y de los Ángeles, Señor, concédenos ser custodiados por ellos durante toda nuestra vida y ser conducidos hacia Ti en la luz eterna".
San Miguel, arcángel que mató al dragón, jefe de la milicia celestial contra Satán y santo patrón de Francia, es motivo de gran devoción. Existen numerosas oraciones a San Miguel (himno a San Miguel, oración de consagración, oración de exorcismo, etc.), cuyo objetivo principal es pedir protección y liberación del mal. También se le puede rezar en forma de novena (es decir, durante nueve días).
Refuerza tu relación con los ángeles gracias a las diferentes comunidades de oración que te ofrece Hozana, por ejemplo: