Salmo 139

Este salmo nos muestra a David maravillado ante la grandeza del Dios omnisciente, es decir ante el Dios que sabe todo sobre nosotros, y cuyo conocimiento va más allá de nuestro nombre, dirección y ocupación: de hecho, la Biblia dice que Dios no solo conoce nuestros corazones, sino también nuestros deseos e intenciones más profundas. Además, este pasaje de la Biblia también nos revela a Dios como el creador de grandes maravillas, lo cual nos invita a reconocer que somos la obra de sus manos, y que, como David, debemos darnos cuenta de lo valiosos que somos cada uno de nosotros para el Señor. Descubramos el salmo 139, un hermoso poema que da gloria a Dios y nos lleva a admirar su grandeza.

Salmo al Dios creador

“1 Señor, tú me sondeas y me conoces
2 tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
3 te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
4 Antes que la palabra esté en mi lengua,
tú, Señor, la conoces plenamente;
5 me rodeas por detrás y por delante
y tienes puesta tu mano sobre mí;
6 una ciencia tan admirable me sobrepasa:
es tan alta que no puedo alcanzarla.
7 ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
8 Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás presente.
9 Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines del mar,
10 también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha.
11 Si dijera: «¡Que me cubran las tinieblas
y la luz sea como la noche a mi alrededor!»,
12 las tinieblas no serían oscuras para ti
y la noche será clara como el día.
13 Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
14 te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
Tú conocías hasta el fondo de mi alma
15 y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra.
16 Tus ojos ya veían mis acciones,
todas ellas estaban en tu Libro;
mis días estaban escritos y señalados,
antes que uno solo de ellos existiera.
17 ¡Qué difíciles son para mí tus designios!
¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos!
18 Si me pongo a contarlos,
son más que la arena;
y si terminara de hacerlo,
aún entonces seguiría a tu lado.
19 ¡Ojalá, Dios mío, hicieras morir a los malvados
y se apartaran de mí los hombres sanguinarios,
20 esos que hablan de ti con perfidia
y en vano se rebelan contra ti!
21 ¿Acaso yo no odio a los que te odian
y aborrezco a los que te desprecian?
22 Yo los detesto implacablemente,
y son para mí verdaderos enemigos.
23 Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce los que pienso;
24 observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno.”

Con Hozana, ¡alabemos al Padre que sabe todo sobre nosotros!

Dios es nuestro Padre amoroso, que va delante de nosotros, guiándonos y apoyándonos en cada etapa de nuestras vidas. Hozana te invita a descubrir diferentes comunidades de oración en línea para que puedas conocer más a Dios y alabarlo por sus maravillas. Por ejemplo, puedes: