“Rosarium Virginis María”: fragmentos y enseñanzas de la carta apostólica de Juan Pablo II sobre el rosario
El 16 de octubre de 2002, el papa Juan Pablo II publicó su carta apostólica sobre el rosario. Se titulaba Rosarium Virginis Mariae. En ella, el papa polaco expresa su devoción a la Santísima Virgen rezando el rosario, también habla de los santos que han trabajado para difundirlo. Asimismo, Juan Pablo II nos exhorta a utilizar nuestro rosario y a descubrir los numerosos beneficios espirituales relacionados con esta oración mariana.
Presentación del Rosarium Virginis Mariae
Esta carta apostólica se publicó con motivo del aniversario de la elección del papa polaco. Juan Pablo II sentía una gran devoción por la Virgen María, su carta da testimonio de ello, al igual que el año del rosario que instituyó entre 2002 y 2003.
“Cuántas gracias he recibido de la Santísima Virgen a través del Rosario durante estos años: ¡Magníficat anima mea Dominum! Quiero elevar mi acción de gracias al Señor con las palabras de su Santísima Madre, bajo cuya protección he puesto mi ministerio petrino: ¡Totus tuus!”.
Tras una introducción en la que explica el origen del rosario, el Papa desarrolla su argumentación en tres capítulos, pues quiere que comprendamos que el rosario es una oración mariana y cristológica a la vez, luego explica que quiere añadir una serie de misterios para ofrecer a los fieles cristianos «un resumen completo del Evangelio».
Y concluye explicando algunos de los beneficios espirituales del rezo del rosario y su dimensión misionera.
El rosario: una oración para estar con Cristo y su Madre
El rosario es una oración ampliamente recomendada por papas y santos desde su oficialización, se añade a diferentes tipos de oración. Su aspecto innovador radica en la unión entre Cristo y la Virgen María. Juan Pablo II explica: “Recitar el rosario no es otra cosa que contemplar el rostro de Cristo con María.
Gracias a este proceso de unión con Cristo, a través del Rosario, nos confiamos de modo especial a la acción materna de la Santísima Virgen.
Nunca como en el Rosario, el camino de Cristo y el de María están tan estrechamente unidos. María solo vive en Cristo y en virtud de él”.
El Rosario: “un resumen del Evangelio”
“El Rosario es a la vez meditación y súplica. La imploración insistente a la Madre de Dios se basa en la certeza confiada de que su intercesión maternal es todopoderosa en el corazón de su Hijo”.
Primeros misterios del rosario
Hasta 2002, año en que se publicó esta carta, el rosario constaba de tres rosarios que correspondían a las tres series de misterios propuestas por la Iglesia:
- Los misterios gozosos.
- Los misterios dolorosos.
- Los misterios gloriosos.
Esta propuesta correspondía a las 150 Avemarías que los monjes recitaban diariamente en la Edad Media y que durante mucho tiempo se llamó el salterio de María. Sin embargo, Juan Pablo II quiso enriquecer esta oración y unir a Cristo y a su madre en una misma plegaria, por lo que añadió los Misterios Luminosos.
La adición de misterios luminosos
“Sin embargo, para darle al Rosario una consistencia mucho más cristológica, me parece oportuno añadir un elemento que, dejando la decisión a los individuos y a las comunidades, permitiría también tener en cuenta los misterios de la vida pública de Cristo entre el Bautismo y la Pasión”.
«Por tanto, para que el Rosario pueda describirse plenamente como un “resumen del Evangelio”, es oportuno que, después de recordar la Encarnación y la vida oculta de Cristo (misterios gozosos), y antes de detenerse en los sufrimientos de la Pasión (misterios dolorosos), y luego en el triunfo de la Resurrección (misterios gloriosos), la meditación se dirija también a algunos momentos particularmente significativos de la vida pública (misterios luminosos)».
Método para meditar el rosario
El uso de un rosario
Juan Pablo II explica en Rosarium Virginis Mariae que el rosario es útil para la meditación, también indica que este objeto de piedad nos recuerda que todo parte de Cristo y vuelve a Él a través de la intercesión de la Virgen María.
Y añade que “también es hermoso ampliar el significado simbólico del rosario a nuestras relaciones mutuas; a través de él se nos recuerda el vínculo de comunión y fraternidad que nos une a todos en Cristo”.
Ejemplo de cómo meditar el rosario
En su carta, el Papa nos da un ejemplo de meditación para ayudarnos a rezar mejor el rosario
- Una enunciación del misterio
- La lectura de un pasaje de la Palabra de Dios relacionado con el misterio
- Un tiempo de silencio para reflexionar sobre lo que nos dice el misterio del rosario
- El rezo de la decena, comenzando por el Padrenuestro y luego diez Avemarías.
Una oración para los misioneros y la familia
Para el Papa Juan Pablo II, la longitud del rosario no es razón suficiente para que los jóvenes dejen de rezarlo. Pide que se rece en familia, adaptando el contenido, por supuesto, para que puedan descubrir las gracias que el rezo del rosario nos ofrece.
Un llamamiento a los jóvenes y a las familias
“Si el Rosario está bien presentado, estoy seguro de que los propios jóvenes serán capaces de sorprender una vez más a los adultos, haciéndose cargo de esta oración y recitándola con el entusiasmo propio de su edad”.
La exhortación final del Papa
“Queridos hermanos y hermanas, una oración tan fácil y, al mismo tiempo, tan rica, merece realmente ser redescubierta por la comunidad cristiana”.
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