Día 13: Obra de Misericordia espiritual: aceptar los defectos de los demás

Día 13: Obra de Misericordia espiritual: soportar con paciencia los defectos de los demás.

 

CON EL ANTIGUO TESTAMENTO

 El que tarda en enojarse vale más que un héroe, y el dueño de sí mismo, más que un conquistador.–Proverbios 16: 32

Hijo, si te decides a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba. Endereza tu corazón, sé firme, y no te inquietes en el momento de la desgracia. Unete al Señor y no se separes, para que al final de tus días seas enaltecido. Acepta de buen grado todo lo que te suceda, y sé paciente en las vicisitudes de tu humillación.–Eclesiástico 2: 1-4


CON EL NUEVO TESTAMENTO

Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación.» Jesús agregó: «Supongamos que algunos de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y desde adentro él le responde: "No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos." Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselo por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: «pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.» –Lucas 11: 5-10

CON LOS SANTOS

Josemaría Escrivá de Balaguer

"Persuadíos de que no resulta difícil convertir el trabajo en un diálogo de oración. (...) Porque nos invade la certeza de que El nos mira, de paso que nos pide un vencimiento nuevo: ese pequeño sacrificio, esa sonrisa ante la persona inoportuna, ese comenzar por el quehacer menos agradable pero más urgente (...) Cristo nos espera. Vivamos ya como ciudadanos del cielo, siendo plenamente ciudadanos de la tierra, en medio de dificultades, de injusticias, de incomprensiones, pero también en medio de la alegría y de la serenidad que da el saberse hijo amado de Dios."– Es Cristo que pasa, "La Ascensión del Señor a los cielos", 126

 

Teresa de Lisieux

"Hay en la comunidad una hermana que tiene el don de disgustarme en todo. Sus modales, sus palabras, su carácter, todo en ella me desagrada en gran manera. Sin embargo, se trata de una santa religiosa, que debe de ser muy agradable a Dios. Por eso, no queriendo ceder a la antipatía natural que experimentaba, me dije a mi misma que la caridad no debía consistir en los sentimientos, sino en las obras. Entonces, me aplique a portarme con dicha hermana “Como lo hubiera hecho con la persona a la que mas quiero. Cada vez que me la encontraba, pedía por ella a Dios, ofreciéndole todas sus virtudes y todos sus meritos. No me contentaba con rogar mucho por la hermana que era para mí motivo de tantas luchas interiores, sino que procuraba también prestarle todos los servicios posibles; y cuando sentía la tentación de contestarle de manera desagradable, me limitaba a dirigirle la más encantadora de mis sonrisas, procurando cambiar de conversación. (...) Ella, ignorando en absoluto mis sentimientos hacia su persona, nunca ha llegado a sospechar los motivos de mi conducta, y ésta es la hora en que está persuadida de que su carácter me resulta agradable. Un día, en la recreación, me dijo, toda contenta, estas o parecidas palabras: «¿Quisierais decirme, sor Teresa del Niño Jesús, qué es lo que tanto os atrae en mí? Cada vez que me miráis, veo que sonreís”. iAh! El que me atraía era Jesús, escondido en el fondo de su alma. .., Jesús, que hace dulce lo que hay de más amargo. Le contesté que sonreía porque me alegraba verla (sin añadir, bien entendido, que era bajo un punto de vista espiritual).

Santa María Faustina Kowalska

"Ayúdame, Señor, para que mi corazón sea misericordioso, para que sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. No rechazaré mi corazón a nadie. Asistiré sinceramente incluso a aquellos que, aún sabiendo, abusarán de mi bondad, y me encerraré en el corazón más misericordioso de Jesús."

 

Prière de la communauté

Oración a la Misericordia Divina, de San Juan-Pablo II

Dios, Padre Misericordioso, que has revelado Tu Amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo: Te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre. Inclínate hacia nosotros, pecadores; sana nuestra debilidad; derrota todo mal; haz que todos los habitantes de la tierra experimenten Tu Misericordia, para que, en Ti, Dios Uno y Trino, encuentren siempre la fuente de la esperanza. Padre Eterno, por la Dolorosa Pasión y Resurrección de Tu Hijo, Ten Misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén.

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Que vos paroles soient toujours bienveillantes, qu’elles ne manquent pas de sel, vous saurez ainsi répondre à chacun comme il faut. Col 4 : 6

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14 Obras de Misericordia, espirituales y corporales

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