Obra de Misericordia corporal: dar de comer al hambriento

CON EL NUEVO TESTAMENTO

Entonces Moisés les dijo: “Este es el pan que el Señor les da por alimento. He ahí lo que el Señor ha ordenado: Recoged de él cada uno según lo que pudiere comer; un gomer por cabeza, conforme al número de vuestras personas, tomaréis cada uno para los que están en su tienda”. Y los hijos de Israel lo hicieron así; y recogieron unos más, otros menos; y lo medían por gomer, y no sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer. Ex 16, 15-18

CON EL NUEVO TESTAMENTO

"El que tiene un buen pasar en este mundo, si ve a su hermano en la necesidad sin dar prueba de compasión, ¿cómo el amor de Dios podría quedar en él? " 1 Jn 3, 17

Supongamos que un hermano o una hermana no tuviera nada qué vestir, ni de qué comer cada día; si uno de ustedes les dice: "¡Vayan en paz! ¡Pónganse al calor, y coman a su hambre!" sin darles el neceser para vivir, ¿para qué sirve esto? Jc 2, 15-17

CON LOS SANTOS

Luis Martin

El cristiano en el mundo es también el que ejerce la caridad. Céline (…) cuenta: "estábamos paseando en el campo cuando, a las afueras de la ciudad, mi padre entró en una casa (…) que le parecía familiar. Le vi darle una cantidad de dinero a una mujer, una madre de familia, que se encontraba allí sola con sus niños. Muy sorprendida, le digo "papá, ¿conoces a aquella persona?” “Sí”, me respondió, “es una desgraciada a quien su marido abandona por períodos y a quien me habitué a socorrer”

Faustine

Mientras que santa Faustine padece en la puerta, un hombre joven pobremente vestido se le presenta, pies y cabeza desnudos, helado por un tiempo lluvioso y frío. La hermana Faustine encuentra cómo calentarlo y alimentarlo. Jesús, que había tomado el aspecto del pobre, se manifiesta  entonces a ella y le dice en su alma haber querido probar las frutas de su misericordia.

Carlos de Austria

Durante la Primera Guerra mundial, el emperador Carlos de Austria, organiza cantinas populares en Viena. (…) Combate ferozmente la corrupción y el desgaste, y distribuye dones sobre sus propios denarios; es el primer jefe de Estado que crea un ministerio de los asuntos sociales (…). El Emperador se compadece con las privaciones de sus pueblos racionando el alimento en el Palacio.

Pier Giorgio Frassati

Sorprendentemente el joven Pier Giorgio manifiesta desde muy temprano un atractivo real por la fe y por los pobres (…) y compromete gestos muy concretos en su dirección. (…) Hasta su muerte tendrá su enlace íntimo entre esta caridad hacia los pobres y su amor ardiente por Jesús, especialmente en la Eucaristía.