¡Bienvenidos sean a nuestra Novena para que todas las figuras paternales se inspiren de las virtudes de San José!

Y la primera de estas virtudes es la Justicia. ¡Cuidado, no se trata de ser justo al juzgar las cosas o a los demás! San José era justo en toda circunstancia, porque sabía ponerse bajo la mirada de Dios y actuar consecuentemente. Él es un modelo de fidelidad a la gracia divina, quiere en todas cosas hacer feliz a Jesús, bajo la dulce mirada de María. ¡Qué hermoso ejemplo de vida en familia!

No siempre es fácil comportarse como San José, a menudo nos hundimos en la mediocridad de nuestros juicios precipitados, del rencor, la cólera, la división. Incluso en el seno mismo de nuestras familias. Y realmente sabemos ¡cuánto las palabras y los gestos inapropiados pueden herir de manera durable!

Pidamos la gracia, como San José, de guardar siempre las palabras y los actos de los padres bajo la mirada de Jesús, para complacer siempre a Su Corazón. Que la oración ayude a las figuras paternales a escoger siempre la manera de San José para mantener la paz y la luz en sus pareja y en sus familias.

Lectio Divina [Lectura Orante]

Mateo 1: 18-21

"Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados."

Meditación

Al iniciar esta Novena, oremos a San José para que las figuras paternales imiten sus virtudes, en particular la de justicia que los pondrá siempre en la luz de la Santísima Trinidad y de María:

"San José, Dios te ha escogido para ejercer con Su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y Su madre, la Bienaventurada Virgen María, un papel de presencia y de apoyo que exigía de tu parte mucha fe, mucha generosidad y humildad. Te pedimos que intercedas ante Dios para que nos conceda la gracia de imitar tus virtudes. Que Dios, por tu intercesión y la de María, nos conceda ser fieles a nuestros deberes cotidianos, atentos a las necesidades de nuestro prójimo, y siempre dispuestos a promover el respeto mutuo, la colaboración fraterna, la justicia y la paz entre todos los miembros de las familias, sin distinción de origen, raza o color.

Nos atrevemos a pedir que nuestra oración se realice ante todo con las personas que Dios pone en nuestro camino cotidianamente. Que seamos capaces con esas personas de mostrar la misma solicitud discreta e indefectible que mostraste en Nazaret con Jesús nuestro Salvador y con Su Madre."

Fuente: http://trinite-sainte-et-mariemamere.over-blog.com/article-32917733.html

Acción concreta: Al pensar en tu padre, en un padre que conoces o tú mismo como figura paternal, encuentra un motivo para alabar su justicia, es decir su capacidad de mantener una vida familiar con el corazón de Dios.