¡10 días para descubrir la espiritualidad ignaciana!

Un itinerario de 10 etapas para orar, conocer y reflexionar. Cada día, recibirás un corto texto, un simpático video, una pregunta para reflexionar y un pasaje bíblico. ¡Bienvenidos!

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¿Listos para recorrer juntos estas 10 etapas?

Juntos recorreremos 10 etapas, una por día, en donde nos adentraremos en la espiritualidad ignaciana. ¿Cómo? Haremos un alto en la vida de 10 jesuitas: escogimos fragmentos de sus obras para meditar y reflexionar con ellos.  Así mismo, rezaremos con el Evangelio de su día para estar atentos a la voz de Jesús. Bonus: ¡un simpático video para disfrutar!

Concretamente, vamos a aprender a orar con:

  • El caballero que cambió su destino: San Ignacio de Loyola
  • ¿El poder del mundo o el poder de Dios? San Francisco de Borja
  • Un apóstol del siglo XX: San Alberto Hurtado
  • "El esclavo de los esclavos": San Pedro Claver sj
  • ¡Una vida de película! San Roque González de Santa Cruz sj
  • ¡El aventurero de Dios! San Francisco de Javier sj
  • El heraldo de Cristo Rey: Beato Miguel Agustín Pro sj
  • ¡Más que valor! San Juan de Brébeuf sj
  • El "padre" de la literatura brasileña: San José de Anchieta sj
  • El profeta del Siglo XXI: Pedro Arrupe sj

 ¿Por qué estos jesuitas?

Porque este año celebramos el 500 aniversario de la Conversión de san Ignacio de Loyola sj y por tanto la llegada a la Iglesia de los Ejercicios Espirituales gracias a su honda experiencia de Dios. Asimismo, ¡estos jesuitas nos demuestran cuántas cosas podemos hacer en la vida si dejamos que Jesús entre en ella!

¡Te animamos a recorrer juntos estos 10 días y dejarnos sorprender por Jesús!

© Las ilustraciones de este itineario, de Ignacio Flores, incluidas en  Jesuitas que nos inspiran. tienen todos los derechos reservados por el Grupo de Comunicación Loyola.

Oración de el retiro

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.