Meditar el misterio de la crucifixión de Jesús en el rezo del rosario
La crucifixión es el quinto misterio doloroso. Estos misterios dolorosos han sido propuestos por la Iglesia desde el comienzo de la historia del rosario. Este misterio doloroso nos invita a meditar sobre nuestro amor a Cristo y a su Madre. Podemos tomarnos el tiempo durante esta decena del Rosario para ayudar a que este amor crezca.
¿En qué consiste el quinto misterio doloroso?
En el relato de la Pasión, San Juan nos ofrece algunas de las palabras pronunciadas por Jesús en la cruz y, sobre todo, el momento en que María se convierte en madre de todos nosotros.
El versículo de Isaías que profetiza la muerte de Cristo nos muestra el sufrimiento soportado para salvar a toda la humanidad.
El relato de la crucifixión en la Biblia
«Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”.
Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo: “Tengo sed”.
Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca.
Después de beber el vinagre, dijo Jesús: “Todo se ha cumplido”. E inclinando la cabeza, entregó su espíritu». (Juan 19:25-30)
“Él fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas fuimos sanados”. (Isaías 53:5)
¿Cuándo y cómo debe recitarse el quinto misterio doloroso?
La crucifixión es el último Misterio Doloroso. Se medita junto con los otros cuatro: la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos, la flagelación, la coronación de espinas y el traslado de la cruz. La Iglesia propone meditar los misterios dolorosos los martes y los viernes.
El fruto del misterio nos invita a un mayor amor a Jesús y a María. Cristo murió para expiar nuestros pecados y nos entregó a su madre al pie de la cruz. A cambio, durante esta decena, acojamos a la Virgen María en nuestros hogares y expresémosle todo nuestro amor.
Meditaciones y citas sobre la crucifixión
María se convierte en nuestra madre
“En la crucifixión, Jesús nos ofreció lo más valioso que tenía, su madre María. Acojamos a María en nuestras casas; ¡Cristo nos lo pide!”. (San Juan Pablo II)
Orar ante la cruz
“Fijemos nuestra mirada en el Crucificado, con fe y valentía, porque de él vienen la Vida, el consuelo y la curación. Sepamos mirar a Aquel que quiere nuestro bien y sabe secar las lágrimas de nuestros ojos. Sepamos abandonarnos en sus brazos, como un niño pequeño en brazos de su madre”. (Benedicto XVI)
“¡Mirad la Cruz y veréis la violencia del amor!”. (San Óscar Romero)
Seguir el ejemplo de María, apoyando a nuestros hermanos y hermanas en los momentos de prueba
“Ante un hermano o hermana inmerso en el misterio de la Cruz, el silencio respetuoso y compasivo, nuestra presencia llena de oración, un gesto de ternura y consuelo, una mirada, una sonrisa, a veces hacen más que muchos discursos». Esta fue la experiencia de un pequeño grupo de hombres y mujeres, entre ellos la Virgen María y el apóstol Juan, que siguieron a Jesús hasta el corazón de su sufrimiento durante su pasión y muerte en la Cruz”. (Benedicto XVI)
Sigue rezando el rosario con Hozana y Rosario
Hozana te invita a rezar uniéndote a diferentes comunidades de oración. Por ejemplo:
- Este “retiro de consagración total a Jesús por María”, para que te entregues a la oración y a la meditación a Jesús a través de María, de la mano de San Luis María Grignion de Montfort.
- Únete a esta comunidad para que recibas, cada día, un pequeño mensaje sobre el amor tan inmenso que debes prodigar a este dulce corazón, porque él te amó primero.
- Esta comunidad , para que reces el rosario y reflexiones sobre los momentos importantes de la vida de María todos los meses del año.
Descargando la aplicación Rosario, puedes rezar el rosario solo o en grupo, eligiendo las diferentes meditaciones según tus preferencias.