Triduo a Nuestra Señora de la Merced
Durante tres días, pedimos la intercesión de la Santísima Virgen en esta antigua advocación, para que nos libere de los vicios y por nuestras intenciones personales.
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La advocación a Nuestra Señora de la Merced es muy antigua, datando de los tiempos de la Reconquista. Fue el nombre con el que la Santísima Virgen se apareció en sueños a San Pedro Nolasco, Jaime I y San Raimundo de Peñafort, pidiendo la fundación de la Orden Mercedaria, para trabajar por la liberación de cristianos prisioneros a manos de los moros.
Esta devoción se extendió rápidamente con la llegada de los frailes a América durante los tiempos de la colonia y sigue siendo practicada a día de hoy.
En este triduo, pedimos la intercesión de la Santísima Virgen para que nos libere de nuestras ataduras modernas, así como en otro tiempo la orden liberó a cristianos prisioneros, además de nuestras intenciones particulares.