¡9 días para encontrar lo perdido con San Antonio de Padua!
Recibe 9 meditaciones en audio de 9 frailes franciscanos, para encontrar aquello que has perdido, tras la huella de San Antonio de Padua, patrono de las cosas perdidas.
En el camino de nuestra vida cristiana necesitamos destellos de la santidad de Dios y modelos de seguimiento de Cristo para hacer de nuestra propia respuesta de fe, una experiencia significativa y coherente. De la mano de san Antonio de Padua podemos reflexionar sobre nuestra vida de cristianos hoy y, desde su testimonio darle sentido, nuevamente, a tantas situaciones que nos roban la paz y el gozo de nuestro corazón.
La propuesta:
💡San Antonio de Padua es el santo más popular del santoral católico. Es conocido por ser buscado como intercesor ante las cosas perdidas. Por eso este año haremos un itinerario de meditación entorno al ejemplo de santidad de Antonio de Padua, escuchando un texto de sus Sermones y aterrizando su mensaje en algunas situaciones de nuestra vida de cristianos que por muchos motivos hemos perdido o desfigurado en nuestra vida. Esto lo haremos acompañados por los Frailes Menores Conventuales (Franciscanos), desde Bogotá, Colombia.
Itinerario
Día 1: encontrando un equilibrio.
Día 2: encontrándome conmigo mismo.
Día 3: encontrando mi pareja.
Día 4: encontrándome con mi pareja.
Día 5: encontrando la confianza.
Día 6: encontrando la amistad con el otro.
Día 7: encontrando la fe.
Día 8: encontrando la lealtad/honestidad.
Día 9: encuentro de lo perdido.
¿Por qué san Antonio de Padua?
En este itinerario descubriremos cómo la Luz de Cristo se reflejó en la vida de san Antonio de Padua (1191-1231), un fraile franciscano, que desde el ministerio sacerdotal pudo ser instrumento eficaz de predicación del evangelio y modelo elocuente de caridad cristiana. Su ejemplo de respuesta a Cristo en medio de las dificultades de su tiempo, se convierte para nosotros en aliciente para asumir con coherencia de vida nuestra propia experiencia de fe, y desde ella articular todas las dimensiones de nuestra existencia.
“El lenguaje tiene fuerza cuando hablan las obras. Estamos llenos de palabras, pero vacíos de obras. En vano se jacta del conocimiento de la ley quien contradice con sus obras lo que enseña” San Antonio de Padua.