7 días con Santa Catalina de Siena
Santa Catalina de Siena, una mujer inspirando generaciones.
¿Qué te llamaría la atención de Santa Catalina de Siena?
En ella encontramos una mujer Maestra de vida en el Espíritu con algunas características que la hacen singular: una mujer laica, capaz de unir mística y profecía.
Quiso ir y sentirse en iglesia sin importar en absoluto su propia autentica personalidad; formando comunidad, una familia de cristianos diversos unidos por la fe y el amor mutuo. Siendo mujer y laica ocupó positivamente su lugar en la sociedad y en la Iglesia exponiendo lo que ella experimentaba en sus Diálogos con el Señor. Su contemplación de Dios, Verdad y Amor, se traducía en acción de predicación profética y servicio comprometido con la sociedad y la Iglesia de su tiempo.
El beato Raimundo de Capua, su confesor e hijo espiritual experimentaba que «sus palabras ardían […] y nadie, escuchándola podía sustraerse al calor de aquellas palabras inflamadas […] ¿quién no ve que en ella ardía el fuego del Espíritu Santo?». En este momento tan especial de la historia, ¿no tendremos necesidad de este fuego?
Es verdad que la actualidad de su figura está avalada por los últimos papas: fue declarada Doctora de la Iglesia por Pablo VI, en 1970 y proclamada copatrona de Europa por Juan Pablo II en 1999. Entonces, ¿qué tendrá hoy Catalina para ofrecernos?...
Programa.
Día 1: ¡Ella es una mediadora!
Día 2: Mujer epistolar.
Día 3: Una actividad apostólica inaudita.
Día 4: Mujer en la sociedad.
Día 5: Mujer en la Iglesia.
Día 6: La transformación viene de dentro: LA CELDA INTERIOR.
Día 7: El amor a Dios se muestra amando al hermano.
Cada día 🔎 recibirás:
📖Un dato histórico sobre Catalina.
📜Una meditación sobre el rol que Catalina tuvo como mujer y como nos puede inspirar el día de hoy en nuestra vida.
Para conocerla un poco mas.
Catalina nació en Siena ,Italia, el 29 de marzo de 1347, hija de Jacopo Benincasa y Lapa Piagenti. Desde muy niña experimentó una presencia especial de Jesucristo en su vida. Con esta motivación vocacional, ingresó en 1363 ‒a pesar de la resistencia de su familia‒ en el grupo de las mantellate, un grupo de mujeres laicas penitentes vinculado a la Orden de Predicadores en Siena. Fue profundizando su fe y experimentando algunas gracias, como el «intercambio de corazones» con Jesucristo y su matrimonio místico con Él, que la sellaron para siempre en una total referencia a la voluntad de Dios y a la salvación de las almas.
A partir de ese momento se dedicó intensamente a buscar la renovación de la Iglesia. Mediante la ayuda de secretarios y amanuenses pudo desplegar el extraordinario magisterio que se expresa en su Epistolario, en el libro de El Diálogo y las Oraciones que compuso. Defensora del rol espiritual del Papa, Catalina influyó en el regreso de Gregorio XI de Aviñón a Roma y, ante el cisma de la Iglesia, por la elección del antipapa Clemente VII, luchó en favor de la unidad eclesial hasta su muerte, que aconteció el domingo 29 de abril de 1380, estando ella rodeada de sus discípulos y considerada ya una santa por el pueblo fiel. Fue canonizada en 1461 por Pío II, proclamada copatrona de Italia en 1939 por Pío XII, declarada Doctora de la Iglesia por Pablo VI, el 4 de octubre de 1970 y proclamada copatrona de Europa junto a santa Brígida de Suecia por Juan Pablo II en 1999.