Triduo de esperanza: en Cristo, la muerte se vuelve vida
ORANDO POR LOS DIFUNTOS...3 días para vivir con esperanza: encuentro con quienes ya descansan en Dios. Aunque nos duela la partida, la vida en Cristo nos reúne en esperanza.
La muerte física es dolorosa, Nuestro Señor lloró ante la muerte física de su amigo Lázaro a quien amaba entrañablemente, pero ante el drama que supone la muerte de un ser querido Jesús se nos presenta como la resurrección y la vida:
«Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?».Jn. 11, 25-26.
Por eso no hay lugar para una tristeza sin esperanza:
“No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza. Porque nosotros creemos que Jesús murió y resucitó: de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él.” 1Tes. 4,13-14.
Animados en la esperanza de la Resurrección y creyendo firmemente que es cosa buena y necesaria orar por nuestros difuntos te proponemos tres días de oración para recordar y honrar a quienes se nos han adelantado.