Adviento: 4 semanas para ser la VOZ

Adviento, 4 semanas para acoger y anunciar la Palabra de Dios. Escucha y proclama. Ora e invita. Prepara el camino de tu corazón, al Señor.

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Hay palabras inspiradoras de vida. Así son la de Juan el Bautista. Ellas nos han inspirado este retiro de adviento.

—"Yo soy la voz del que proclama en el desierto: «¡Allanad el camino del Señor!" .Juan 1, 19-28

Antes de la venida de una persona importante, hay un sinfín de preparativos que hacer. ¿Dónde se alojará? ¿Cómo se le va a recibir? ¿Cómo adornar el sitio? ¿Qué menú será servido? ¿Con qué se le va a obsequiar?...

También se  hacen anuncios por todos los medios conocidos, para convocar al mayor número de personas posible, y para que cuando llegue todo el mundo sepa de quién se trata. 


En Adviento estamos invitados a preparar la casa: poner la corona de adviento, preparar el belén, pensar con quienes nos vamos a reunir, qué regalos comprar, qué menú hacer...

Y sobre todo estamos llamados a preparar el corazón, para recibir al más importante de todos: Dios hecho hombre.

Es urgente contarle a todo el mundo  la gran noticia: ¡Dios está cerca!

¡Tienes 4 semanas para ser la voz!
 

CONOCERÁS

Cada semana,  descubrirás a 1 de los  profetas del Antiguo Testamento. Ellos fueron la voz en su tiempo. Te los presentamos:

Jeremías: El profeta de la unión personal con Dios y la fidelidad.

Baruc: El profeta de todos los desterrados

Sofonías: El profeta de los pobres del Señor

Miqueas: El profeta de la justicia y la misericordia

LEERÁS

En un primer momento, leerás el texto bíblico de la primera lectura de cada domingo.

Te presentaremos el texto tal y como es. Lo leerás muy despacio  sin la pretensión de extraer de él enseguida mensajes y conclusiones. 

Sin prisa. Parándote, repitiendo, dejando que palabras y frases que te toquen el corazón y hagan en ti:


«Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi palabra, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo.»Isaías 55, 10-11

MEDITARÁS

Te adentrarás en  la Palabra, con un breve  comentario, y te preguntarás ¿qué me dice el texto? Entrando en diálogo íntimo con Dios de forma que te puedas descubrir un mensaje para la vida.

REZARÁS

Hemos preparado unas Letanías de Adviento para cada semana. Orar con las letanías es ante todo dar gloria a Dios

Una oración corta y muy fácil para hacer mientras vas y vienes. Puedes repetirla  a lo largo del día, o antes de irte a la cama, al levantarte, al empezar tu labor cotidiana. Verás cómo la oración repetida a lo largo del día y de los días, te ayudará a vivir en presencia de Dios y a interiorizar su Palabra.

SERÁS LA VOZ

Te invitamos a ser la voz, que lance cada semana un mensaje de Adviento, 

Lo puedes hacer solo, con tu familia, amigos, en la parroquia... 

Te ofrecemos dos maneras diferentes de hacerlo:

1. Grabando un audio de 1 minuto, máximo. 

Estas son las pistas para cada semana: 

1º Domingo: Impulsa a reavivar la esperanza. 

2º Domingo:  Anima a celebrar el perdón.

3º Domingo: Insiste en vivir la fraternidad. 

4º Domingo: Invita a multiplicar la ternura. 


2. Haciendo una foto de cómo preparas el camino en casa, en la parroquia, en tu grupo. Fotografía tu corona de adviento, tu belén, el de la parroquia,  la decoración de tu ciudad...

Envíanoslo, a [email protected].

Publicaremos, cada jueves, los audios y las fotos que nos vayan llegando.


No olvides compartirlo en tus redes sociales y medios de comunicación. 


Es muy importante que hoy, también, haya profetas que griten en el desierto del mundo. 


Si terminado el Adviento quieres seguir en contacto con nosotras, únete a la comunidad  i-Amigos María Rivier de Hozana.

"Prepara el camino al Señor"

Oración de el retiro

¡Oh Jesús, que vives en María!

Oh Jesús, que vives en María ven a vivir en nosotros, tus siervos, con tu Espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios. Domina en nosotros sobre todo poder enemigo, por tu Espíritu Santo, para la gloria del Padre. Amén.