“A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca” ( 4:17).
“12 Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea.
13 Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaúm, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí,
14 para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:
15 "¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones!
16 El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz."
17 A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca»” ( 4: 12-17).
-(Versión El libro del Pueblo de Dios)
En los inicios de su vida pública, justo después del episodio de la tentación en el desierto, Jesús se fue a Cafarnaúm y comenzó a dar su predicación, al tiempo que hacía un llamado a la conversión y anunciaba la llegada del reino de los cielos, como una continuación del mensaje de . De este modo, el arrepentimiento es una parte fundamental en todas las predicaciones del evangelio, y el camino inicial que conduce a la salvación y a entrar en el reino de los cielos. De hecho, a tan solo 3 años de haberlo anunciado, Jesús abrió camino al reino celestial mediante su muerte y , lo cual indica que ese reino del cual hablaba era verdaderamente cercano. No obstante, debemos recordar que solo es posible entrar al reino o al Paraíso, si tenemos un corazón puro, contrito y humillado. De este modo, al compartir sus enseñanzas, el único propósito de Jesús era hacer un llamado a cambiar el corazón para recibir el Reino de Dios.
Jesús nos llama a cambiar nuestro corazón y a purificarlo, como una preparación para entrar al cielo, y una hermosa forma de hacerlo es a través de la oración, por eso Hozana desea proponerte para que te acerques más al Señor: