¡Novena al Sagrado Corazón de Jesús!

Unámonos espiritualmente a través de la Novena al Sagrado Corazón de Jesús, dejémonos invadir por su amor y oremos para que Él transforme nuestros corazones y los haga Misericordiosos.

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Objetivo de la Novena 

Durante estos días oremos a Jesús para que su Sagrado Corazón transforme nuestros corazones y los haga Misericordiosos.

¡Tengamos la certeza que el Poderoso Corazón de Jesús puede transformar nuestros corazones de piedra, marcados con el pecado original y nuestros pecados personales en corazones puros, dulces y misericordiosos! ¡Démonos cita todos estos días!

En términos concretos, todos los días podrás:

✔️Contemplar a Jesús a través del Rosario del Sagrado Corazón de Jesús.

✔️Ponerte tú, tus intenciones y tus proyectos en manos de Jesús a través de las Meditaciones diarias.

✔️Venerar a Jesús cantando o rezando las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús.

Programa de la Novena:

  • Día 1: Sagrado Corazón, modelo de amor, humildad, y obediencia 
  • Día 2las Doce Promesas del Sagrado Corazón.
  • Día 3Sagrado Corazón, modelo de generosidad, recogimiento, y modestia.
  • Día 4: Sagrado Corazón, nuestro consuelo, fiel amigo y seguro maestro.
  • Día 5Sagrado Corazón, esperanza, fortaleza, alegría y protección.
  • Día 6: oremos por las instituciones católicas, familiares, religiosas y comunitarias.
  • Día 7: oremos por los enfermos, los agonizantes y las almas del purgatorio.
  • Día 8: oremos por el aumento de la devoción en todo el mundo.
  • Día 9: acción de Gracias al Sagrado Corazón.

💡Importante:

Una acción concreta puede ser orar por la paz del mundo, o por la familia, que como Juan Pablo II nos decía, “requiere atención y oración”.  

Oración de la novena

Acto de Contrición al Sagrado Corazón

Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la Eucaristía, estás vivo e inflamado de amor por nosotros, aquí nos tienes en tu presencia, pidiéndote perdón de nuestras culpas e implorando tu misericordia. Nos pesa, ¡oh, buen Jesús! el haberte ofendido. Tú eres tan bueno que no mereces esa ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar, según ellas, nuestro humilde corazón. ¡Amén!