Novena milagrosa a Nuestra Señora del Buen Remedio

¿Problemas económicos? ¿Enfermedades incurables? ¿Conversiones? Para todo problema y necesidad el Corazón compasivo de Nuestra Señora conoce el remedio para toda aflicción y miseria.

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Quien observa con atención su sagrada imagen, notará que Nuestra Señora ofrece unas bolsitas con dinero: representan el auxilio material que nos da en las necesidades.

Su origen proviene de cuando San Juan de Mata, fundador de la Orden Trinitaria y San Félix de Valois se entregaron en cuerpo y alma para comprar a sus captores todos los esclavos y liberarlos en tierras cristianas. Pero, ¿cómo hacerlo sin dinero? Nuestra Señora se compadeció de ellos y apareció con los colores de los que serían el emblema de la orden -cruz rojo y azul- el entregándole de Su tesoro de gracias una bolsa con tanto dinero como necesitaba para comprarlos a todos, junto al escapulario de la orden que les identifica. Fue bajo Su advocación quien luego, en la batalla de Lepanto, concedió, frente a la amenaza, la victoria a los pueblos cristianos. 

Desde entonces se le venera con amor y confianza frente a todo tipo de necesidades cuando nos encontramos desamparados y sin ayudas humanas posibles. Esta novena milagrosa se practica con devoción y confianza ciega en que Ella nos auxiliará cuando todo parece perdido.

Su fiesta se celebra con solemnidad el día 8 de octubre y el N. 52 de las Constituciones de la Orden se dice: "... honren a la Virgen María con afecto filial y con verdadera devoción, fomenten su culto, venerándola, según una antiquísima tradición de la Orden, bajo el título de bienaventurada Virgen María del Buen Remedio, Patrona principal de nuestra Orden, rezando el rosario mariano y celebrando la misa votiva y la Liturgia de las Horas el sábado, según las rúbricas". 

Oración de la novena

Oración final de la Novena

Oh Dios que por medio de la Virgen María ofreciste el remedio a los hombres, concédenos experimentar su patrocinio en todas las necesidades, y alcanzar los gozos eternos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.