Unción de los enfermos

El sacramento de los enfermos, también conocido con el nombre de unción de los enfermos, es uno de los sacramentos de sanación, junto con el sacramento de la reconciliación, y es administrado por un sacerdote u obispo que haya sido ordenado correctamente.

De hecho, el Catecismo de la Iglesia Católica se refiere específicamente a este sacramento en el artículo 5 de la segunda sección (sobre los siete sacramentos de la Iglesia, números 1499 a 1532).

A continuación, te invitamos a descubrir todas las preguntas y respuestas sobre este sacramento, basados en el Catecismo.

¿Cuáles son las condiciones para recibir este sacramento?

El sacramento de la unción de los enfermos se confiere cuando un cristiano atraviesa dificultades inherentes a una enfermedad grave o a la vejez (n° 1527), en caso de peligro de muerte por enfermedad o vejez (n° 1514 y 1528), o en el contexto de una operación importante (n° 1515). "Si un enfermo que recibió la unción recupera la salud, puede, en caso de nueva enfermedad grave, recibir de nuevo este sacramento. En el curso de la misma enfermedad, el sacramento puede ser reiterado si la enfermedad se agrava. Es apropiado recibir la Unción de los enfermos antes de una operación importante. Y esto mismo puede aplicarse a las personas de edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan" (n° 1515).

¿Quién puede administrar este sacramento?

 Según el número 1516 del Catecismo, solo los sacerdotes (obispos y presbíteros) pueden administrar este sacramento. De hecho, este número anima a los pastores y a los fieles a recurrir a este sacramento o a darlo a conocer: "Es deber de los pastores instruir a los fieles sobre los beneficios de este sacramento. Los fieles deben animar a los enfermos a llamar al sacerdote para recibir este sacramento". (n° 1516)

¿Cómo se celebra el sacramento de la unción de los enfermos?

La celebración de este sacramento se trata en los números 1517 a 1519, y también en el número 1531 del Catecismo, según los cuales, la unción de los enfermos es una celebración litúrgica y comunitaria (n. 1517), como tal, puede llevarse a cabo  (en la familia, en el hospital o en la Iglesia. 1517). Puede administrarse a un solo enfermo o incluso, a todo un grupo de enfermos (n. 1517). Recordemos que  "es muy conveniente que se celebre dentro de la Eucaristía" (n. 1517), y puede ir precedida del sacramento de la reconciliación y seguida de la Eucaristía (n. 1517). 

De hecho, el nº 1517 recalca que la Eucaristía debe ser siempre el último sacramento de la vida en la Tierra, y en los números 1519 y 1531 se explica cómo se realiza el rito de la unción de los enfermos. Concretamente, en este último se afirma que "lo esencial de la celebración de este sacramento consiste en la unción en la frente y las manos del enfermo (en el rito romano) o en otras partes del cuerpo (en Oriente), unción acompañada de la oración litúrgica del sacerdote celebrante que pide la gracia especial de este sacramento". Cabe destacar que la unción es el aceite consagrado por el obispo durante la misa Crismal.

¿Cuáles son los efectos del sacramento de la unción de los enfermos?

Los efectos de este sacramento se tratan en los números 1520 a 1523 y también en el número 1532. Dentro de los efectos y gracias que podemos destacar se encuentran: una gracia de consuelo, de paz y de ánimo que asiste a la persona en "las dificultades de la enfermedad grave o de la fragilidad de la vejez, renueva la confianza y la fe en Dios y la fortalece contra las tentaciones del maligno, las tentaciones del desaliento y la angustia de la muerte" (n° 1520). Del mismo modo, este sacramento permite la unión con la Pasión de Cristo (n° 1521) y gozar de una gracia eclesial: "y el enfermo, a su vez, por la gracia de este sacramento, contribuye a la santificación de la Iglesia y al bien de todos los hombres por los que la Iglesia sufre y se ofrece, por Cristo, a Dios Padre” (n°1522). Es necesario agregar que este sacramento también es una preparación para el último tránsito, puesto que, "esta última unción ofrece al término de nuestra vida terrena un escudo para defenderse en los últimos combates antes entrar en la Casa del Padre", (n° 1523).

El viático, último sacramento del cristiano

Por último, cabe anotar que el viático constituye el último sacramento del cristiano, lo cual se explica en los números 1524 y 1525 del Catecismo. En particular, el número 1524 afirma que, "a los que van a dejar esta vida, la Iglesia ofrece, además de la Unción de los enfermos, la Eucaristía como viático. Recibida en este momento del paso hacia el Padre, la Comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo tiene una significación y una importancia particulares. Es semilla de vida eterna y poder de resurrección".

Oremos por los enfermos con Hozana

Hozana ha puesto a tu disposición diferentes comunidades de oración en línea para orar por todos aquellos que se están preparando  para experimentar el sacramento de la unción de los enfermos, o que tienen que afrontar la enfermedad cada día. Por ejemplo: