El paraíso

La cuestión del cielo, reino de los cielos, o paraíso, se trata específicamente en el artículo 12 de la segunda sección (La profesión de la fe cristiana, Los símbolos de la fe) de la primera parte del Catecismo de la Iglesia Católica (La profesión de la fe), concretamente en los números 1023 a 1029.

Te invitamos a descubrir las principales preguntas y respuestas sobre el cielo. Posteriormente, al finalizar estas lecturas, también te invitamos a descubrir otras grandes preguntas sobre la fe.

¿Qué dice el Catecismo de la Iglesia Católica sobre el Cielo o el Paraíso?

Si el infierno es una realidad, también lo es el paraíso. A continuación algunas citas del Catecismo de la Iglesia Católica sobre esta cuestión:

  • "Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12; Ap 22, 4)" (n. 1023).
  • Luego, el inciso n. 1023 completa este enunciado diciendo: "las almas de todos los santos [...] y de todos los demás fieles muertos después de recibir el Bautismo de Cristo en los que no había nada que purificar cuando murieron [...]; o en caso de que tuvieran o tengan algo que purificar, una vez que estén purificadas después de la muerte [...] aun antes de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor, estuvieron, están y estarán en el cielo, en el Reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo, admitidos en la compañía de los ángeles". 
  • El inciso nº 1024 define el cielo como "esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados”, y agrega que "El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha". Esta afirmación es apoyada en el inciso n° 1025, al decir que: Vivir en el cielo es "estar con Cristo" (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts 4,17).
  • El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a Él”, completa el número 1026.
  • “Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo, sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso", señala el n° 1027.
  • La visión beatífica es la contemplación de Dios en su gloria celestial(n° 1028).

Al respecto, también podemos listar otros números como:

  • 1051Al morir cada hombre recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular por Cristo, juez de vivos y de muertos.
  • 1052"Creemos que las almas de todos aquellos que mueren en la gracia de Cristo [...] constituyen el Pueblo de Dios después de la muerte, la cual será destruida totalmente el día de la Resurrección, en el que estas almas se unirán con sus cuerpos" 
  • 1054Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios.
  • 1060Al fin de los tiempos, el Reino de Dios llegará a su plenitud. Entonces, los justos reinarán con Cristo para siempre, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo material será transformado. Dios será entonces "todo en todos" (1 Co 15, 28), en la vida eterna.

¿Todos irán al Cielo?

La Iglesia enseña que el infierno existe. Aunque Dios quiere que todos se salven, Dios nos ha dado la libertad para actuar como consideremos correcto. En otras palabras, cada uno es libre de aceptar el amor y el perdón de Dios o de rechazarlo.

El cielo empieza aquí abajo

A veces oímos que el cielo o la vida eterna comienzan con nuestra vida en la tierra. De hecho, estamos llamados a "estar con Cristo" todos los días de nuestra vida. Por tanto, mientras estemos en esta tierra, se nos invita a vivir con el Señor y a buscar la santidad.

La Iglesia nos propone algunas maneras de vivir hoy con Cristo:

  • Vivir las bienaventuranzas
  • Asistir a los sacramentos, especialmente a la Eucaristía y al sacramento de la reconciliación.
  • La oración personal
  • El testimonio y la evangelización
  • El servicio a los demás 

¡Con Hozana, recemos para convertirnos en Santos e ir directos al Cielo!

Con Hozana, podemos desarrollar una vida de oración y comunión con Dios para convertirnos en santos e ir directamente al cielo. Por lo tanto, Hozana te ofrece la posibilidad de unirte a varias comunidades para enriquecer tu vida espiritual y profundizar en tu fe: