Capilla de la medalla milagrosa

La historia de la Capilla

En 1815,  por decreto imperial las Hijas de la Caridad obtuvieron el Hotel de Châtillon para establecer su sede principal. El 6 de agosto de 1815, se llevó a cabo la bendición solemne de la capilla, y se pusieron allí los cuerpos de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa Marillac, considerados como dos figuras emblemáticas de la orden. En los tiempos de Santa Catalina Labouré, la capilla estaba dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. 

En 1849 la capilla de la Virgen milagrosa fue ampliada y se realizaron muchas remodelaciones interiores en el lugar. Estos cambios fueron necesarios ante la llegada de nuevas hermanas, tras la extensión increíble que tuvo la devoción a la medalla milagrosa. En 1876, siguiendo las indicaciones de la hermana Catalina, se erigió la estatua de la Virgen Poderosa, que se colocó en el altar conmemorativo de las apariciones, y el 22 de enero de 1881 se instaló definitivamente . En 1880 con motivo del aniversario número cincuenta de las apariciones de la Rue du Bac (calle de Bac), se colocó un altar en el sitio donde la Virgen había aparecido. En 1933 se ubicó el cuerpo de Santa Catalina Labouré en un relicario de cristal bajo este altar. Ese mismo año, el sillón sobre el cual se sentó la Virgen María fue transportado a la capilla. Además de esto, se colocó una estatua de la Virgen en el Globo terráqueo, la cual corresponde a la imagen de la  Santísima Virgen, tal cual y como se apareció a Sor Catalina en 1830. 

En 1930, para el centenario de las apariciones, la capilla de la Inmaculada Concepción fue restaurada y en la actualidad puede recibir fácilmente un millar de personas. Además se elaboraron nuevos ornamentos: un magnífico Vía Crucis de mármol de Carrara y un cuadro que representa la primera aparición de la Virgen a Sor Catalina. Por último, entre los años 1959 y 1999 se realizaron nuevas obras, que culminaron con la inauguración solemne de la capilla, el 31 de mayo de 1980, la cual estuvo a cargo del Papa Juan Pablo II. 

La capilla milagrosa en la actualidad

La capilla milagrosa se encuentra ubicada en el número 140 de la Rue du Bac (calle du Bac), en pleno corazón de París. Miles de personas vienen cada día a despojarse de sus cargas, sus preocupaciones y a depositar sus intenciones a los pies de la Santa Virgen, quien los acoge con las manos abiertas y repletas de gracias para sus vidas. De hecho, el llamado que la Madre de Dios hizo el 18 de julio de 1830 ha tenido una gran influencia sobre la iglesia: “Vengan al pie de este altar, allí mis gracias serán extendidas sobre todas las personas que las pidan con confianza y con fervor”. Es así como los peregrinos no cesan de responder a este llamado para implorar la asistencia de la Reina del Cielo. Cabe destacar que, desde 1930, estas gracias han seguido derramándose sobre las almas, y los cientos de exvotos presentados dan testimonio de las miles de gracias recibidas por las manos de María: milagros, sanidades, conversiones y protección.

Todos los días, las hermanas, sacerdotes y laicos pertenecientes a la capilla de la Rue du Bac reciben a peregrinos en grupo o de manera individual. Ellos no solo los acogen, sino que tienen la misión de difundir el mensaje de la Rue du Bac a todas las almas que llegan a ese lugar.

De hecho, el equipo encargado de la capilla ha implementado un servicio de atención telefónica que permite, por ejemplo, depositar las intenciones de oración, a la Virgen de la medalla milagrosa. Esas intenciones son presentadas a la Virgen María en la misa del martes.

Además, se ha puesto a disposición una tienda de recuerdos que no solo ofrece la medalla milagrosa en todas sus formas y colores, sino también libros y DVDs que recopilan la historia de las apariciones y el mensaje que la Virgen transmitió en aquel entonces.

En 1909 se fundó la asociación de la Medalla Milagrosa con una misión que incluye:

  • Honrar a María, Madre de Jesús y nuestra Madre, a través de una vida cristiana  verdadera y de la difusión de la medalla milagrosa. 
  • Orar por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, y ayudar a su formación mediante las becas misioneras de la medalla milagrosa.

Ten en cuenta que, para responder al llamado de la Santa Virgen, existen muchísimas oraciones y en particular una novena a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. ¡Ven y rézale hoy mismo!