Misterios de Luz: La Transfiguración

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Oremos juntos el Santo Rosario

  1. Haga la “Señal de la Cruz” y rece el “Credo de los Apóstoles”.
  2. Rece el “Padrenuestro”.
  3. Rece tres “Avemarías”.
  4. Rece el “Gloria”.
  5. Anuncie el misterio, luego rece el “Padrenuestro”.
  6. Rece diez “Avemarías” mientras medita sobre el misterio.
  7. Rece un “Gloria”.
  8. Rece la “Salve”.

La Transfiguración

En el monte Tabor, los tres discípulos alcanzan a ver por un momento en Jesús lo que de ordinario no ven. También para nosotros es posible y necesario detenernos en la actividad humana para considerar que otro mundo es posible, que está en germen dentro de nosotros y del potencial de la Humanidad.

 El Papa Francisco nos invita a:

La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana (189). Tenemos que convencernos de que desacelerar un determinado ritmo de producción y de consumo puede dar lugar a otro modo de progreso y desarrollo. Los esfuerzos para un uso sostenible de los recursos naturales no son un gasto inútil, sino una inversión que podrá ofrecer otros beneficios económicos a medio plazo (191). Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis. Muchas veces la misma política es responsable de su propio descrédito, por la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas (197). La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común (198).

Oración de la comunidad

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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2 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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¡Oración del Rosario!

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