Día 1: madre de Dios

¡Iniciemos nuestro tiempo de oración!


✔️Primero reza la oración para el Primer Día

Tu Santa Imagen, ¡oh, Madre del Perpetuo Socorro! me indica que Tú eres la Madre de Dios. Ese Niño que descansa en Tus Brazos y que te llama con inefable cariño Madre, es Dios, el Hijo de Dios, Tu Verdadero Hijo.
¡Madre de Dios! A cada hora, a cada instante, en toda circunstancia y por todos los siglos, la Santa Iglesia cae rendida ante ti y proclama ese título excelso que es la base de todas tus grandezas y el fundamento de todos tus privilegios: ¡Santa María, Madre de Dios! ruega por nosotros.


✔️Luego reza:

- Tres (3) « Avemarías » en honor de la Virgen

- Dos (2) « Glorias » en honor de San Alfonso María de Ligorio


Meditemos juntos:

Cuando el Niño Jesús estrecha su mano, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en vez de mirarlo a Él, si mirada se dirige hacia nosotros. Sin duda nos indica su ardiente deseo para que acudamos a Ella. Con esta tierna y amorosa mirada nos está diciendo a todos: "Yo soy Madre de Dios, pero también soy Madre vuestra"

¿Qué mayor deseo puede tener una madre que el de ayudar y socorrer a sus hijos? 

Vengan, pues, hijos míos, a mi. Acudan a mi en todas sus necesidades y miserias; en sus penas, en sus desfallecimientos, en sus dudas; y si alguna vez llegaren, por desgracia, a caer, después de su caída vuelvan a mí: "yo soy la Madre del Perpetuo Socorro; yo los consolare, yo los confirmare, los defenderé, y los conduciré a nuestro bienaventurado Hogar Celestial".



✔️Termina rezando estas cortas invocaciones:

-"Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ¡ruega por mí!"

- San Alfonso, inspírame el recurrir a María ¡en todas mis necesidades!"


Oración de la comunidad

Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

¡Santísima Virgen María, que para inspirarme confianza te has querido llamar Madre del Perpetuo Socorro! Te suplico me protejas en todo tiempo y en todo lugar; en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte. ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Bendíceme y ruega a Jesús por mí ahora y en la hora de mi muerte. ¡Amén!

¡Gracias! 502 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena- Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

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