Día 1: La Devoción del Padre Pío al Sagrado Corazón de Jesús
La Devoción del Padre Pío al Sagrado Corazón de Jesús
Teniendo menos de 6 años de edad, al pequeño Francesco (Padre Pío) se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús invitándole a que se le acerque. El pequeño se arrodilla mientras que Jesús lo bendice tocándole suavemente su cabecita.
En agosto de 1912, el Padre Pío sintió que «le herían el corazón con un dardo de fuego tan vivo y ardiente» que creyó morir. A esto se llama transverberación. Desde entonces el amor al Sagrado Corazón de Jesús que profeso el Padre Pío de Pietrelcina fue inconmensurable. El Padre Pío quedo lleno de un gran amor a Dios y un deseo grande de sufrir y sacrificarse por Él.
«Oh, Dios mío: qué hermoso es ser incendiado de amor hacia tí, pero qué dolorosa y atormentadora es una herida de éstas.» Padre Pío de Pietrelcina - Epist. I,300
Por 50 años, desde septiembre de 1918, hasta el día de su muerte en septiembre de 1968, sus estigmas, las cinco llagas de Cristo se hicieron visibles.
Meditación del primer día
Aunque el Sagrado Corazón de Jesús es verdaderamente infinitamente bueno y poderoso, siempre debemos recordar que todo lo que nos sucede y lo que podría suceder en el futuro recae en la voluntad de Dios, en Su plan para nosotros y para todos los hombres.
Solamente aceptando con absoluta humildad y conciencia nuestra pequeñez, ante Él y Su voluntad, podemos esperar ser escuchados en nuestras súplicas, satisfechos en nuestras peticiones grandes y pequeñas.
Un cualidad más grande que Dios le concedió al Padre Pío fue una inmensa capacidad de amar. Amaba a Dios y amaba a todos con toda su alma y sin excepción.
«Al corazón no se le ponen fronteras.» - Padre Pío de Pietrelcina
Oración al Sagrado Corazón de Jesús
Esta es la oración al Sagrado Corazón que el Padre Pío solía recitar para ayudar a los que invocaban su ayuda. Frecuentemente, la intercesión del Padre Pío infundía toda su fe, amor y energía espiritual, dando lugar a resultados sorprendentes, incluso milagrosos.
1- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá!”.
He aquí que, confiando en tus santas palabra, yo llamo, busco, y pido la gracia de ...
Un Padre Nuestro, un Avemaría y un Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
2- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá!”.
He ahí que yo, confiando en lo infalible de tus santas palabras pido la gracia de ...
Un Padre Nuestro, un Avemaría y un Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
3- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “En verdad les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá!”.
He ahí que yo, al Padre Eterno y en tu nombre pido la gracia de ...
Un Padre Nuestro, un Avemaría y un Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, el cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos en nombre del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre, San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
¡Amén!
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6