"Ve primero a reconciliarte con tu hermano"

En los próximos dos días iremos con Jesús a la montaña. Puedes empezar este rato de oración poniéndote en medio de la multitud, queriendo estar cerca de Jesús para escucharlo. Míralo ahí, sentado, queriendo darte algunas claves para vivir como hijo de Dios y ser feliz. 

Justo antes del texto que nos propone la liturgia hoy, Jesús expuso su postura frente a "la ley y los profetas". Esta expresión, hace referencia a toda la escritura: "No vine para abolir, sino para cumplir".  

Hoy, nos comenta con una serie de contraposiciones en forma de antítesis: "han oído que se dijo... yo os digo" y hablá así con una autoridad que va más allá de la legislación antigua. 

Jesús reconduce los mandamientos a su raíz y al objetivo último: el servicio a la vida, al amor y a la verdad. No opone la ley antigua a una nueva ley, sino que la transforma y la lleva a una radicalidad mayor, rompiendo los moldes. En el centro de sus palabras, está el respeto sagrado a la persona y la denuncia contra todo aquello que afecte a esta dignidad. Para Jesús, no se trata solamente de matar físicamente, sino que su enseñanza va a buscar que queramos "no enojarnos" y "no insultarnos". Para ello nos da un consejo muy valioso: 

"Si mientras llevas tu ofrenda al altar, te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a llevar tu ofrenda"

Para Jesús, que vivamos en paz y reconciliados entre nosotros es esencial para poder ofrecer nuestras vidas en el altar. Muchas veces nos damos cuenta que no podemos vivir esta exigencia. Es entonces cuando debemos poner nuestro corazón en sus manos para que lo vaya transformando y suplicarle Su gracia. 

Clave para el camino: Puede ayudarte tomar un tiempo para pedirle al Espíritu Santo que te muestre si en esta cuaresma tienes necesidad de reconciliar algunas de tus relaciones. Ver con sencillez si tienes algo contra algún hermano o si percibes que algún hermano tiene algo contra ti. Busca tomar el tiempo para ir a él, reconciliarte, pedir perdón y perdonar. ¡El perdón nos hace libres! 

¡BUEN CAMINO HACIA LA PASCUA!


Oración de la comunidad

Padre nuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.