"Surgirá tu luz como la aurora"
Hace sólo dos días empezamos la cuaresma. Tiempo en el que se nos propone vivir ayuno. Pero, ¿cuál es el tipo de ayuno que Dios quiere? ¿cuál es el ayuno de los hijos de Dios?
La primera lectura de hoy nos ofrece una clave. No se centra en una práctica exterior, que fácilmente puede convertirse en algo mecánico y frío. En este texto se nos invita a un ayuno que brota del corazón y nos invita a vivir como hermanos, hijos de un mismo Dios bueno.
"Este es el ayuno que yo quiero: soltar las cadenas injustas, desatar las correas del yugo, liberar a los oprimidos, quebrar todos los yugos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, cubrir a quien ves desnudo y no desentenderte de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora, enseguida se curarán tus heridas, ante ti marchará la justicia, detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor y te responderá; pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”». Is 58, 6-9
Nos ofrece una cierta versión de las obras de misericordia que nos presenta Jesús en el Evangelio:
«Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme». Mt 25, 34- 36
El ayuno que agrada a Dios es el que nos lleva a compartir con el hambriento, a liberar a los oprimidos, a acoger a nuestros hermanos que sufren, a no desentendernos de nuestra gente más cercana. Jesús nos invita a descubrirlo a Él mismo en todos aquellos que sufren y necesitan de nosotros.
Esto es lo que nos permitirá ser luz en nuestro mundo. Dice el texto que "Surgirá nuestra luz como la aurora". Dios curará nuestras heridas y estará siempre con nosotros. Podremos escucharle decirnos: "Aquí estoy", "Ven bendito de mi Padre, hereda el reino preparado para ti desde la creación del mundo". Y es que por misterioso que parezca, todo el Reino de Dios está contenido en un vaso de agua, ¿sabremos compartirlo?
Clave para el camino: El dia de hoy te recomiendo pedirle al Espíritu Santo que te muestre a aquellos que te rodean y que están sufriendo de alguna manera. Busca tomar un tiempo gratuito para salirles al paso, acompañarles, apoyarles y aliviar su sufrimiento una u otra forma. Dale gracias a Dios por compartir contigo los misterios del Reino y su predilección por los pequeños y los que sufren.
¡BUEN CAMINO HACIA LA PASCUA!
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6