Esta semana con el bautismo de Jesús en el rio Jordán, entramos en los misterios luminosos. El fruto de este primer misterio luminoso es la vocación a la santidad. Hoy oremos juntos para mantener el amor en el centro de nuestras vidas y así dejarnos guiar a la santidad.

 

A través de este texto del Beato Charles de Foucauld, recordemos que el bautismo marca la entrada a su vida pública y es una oportunidad para que Jesús ponga el amor de Dios y su prójimo en el corazón de todo.

 

Después de treinta años enteros de vida oculta, fui bautizado por tí, por amor a tí. Una vez más, veo que todos mis actos los hago por amor a tí, y que en consecuencia los invito a dos cosas, amarme mediante el reconocimiento de este amor con el que los amo, y a amarse los unos a los otros para que me imiten en este amor donde los abrazo a todos. Asi, todos mis actos hablan antetodo del amor de Dios, del amor al prójimo. Se los dije, y se los diré hasta el final, que estos dos amores son sus deberes principales.

Qué bueno eres, mi Dios para ser bautizado por nuestro bien; todo lo que haces es para glorificar a Dios, para glorificarlo por la perfección de tus obras y por el perfeccionamiento de todos los hombres: amor, haces todo por amor, primero que todo por amor a Dios, y luego por ese inmenso amor con el cual Dios envuelve a los hombres. En tu bautismo, repartes, como en cada momento de tu vida, un amor infinito hacia Dios y un amor divino hacia los hombres. La bondad, la caridad, el amor, la tierna compasión, la misericordia se extiende en une lluvia de bendiciones ... Esto es lo que nos muestran todas la páginas del Evangelio : « Dios es amor » (1 Juan 4, 16)

El resumen de toda religión es mi corazón: mi corazón cuya vista te recuerda el amor que Dios tiene para ti,  y el amor que debes darle a Dios.

Texto de meditación acerca del « Bautismo de Jesús en el rio Jordán » de Charles de Foucauld

Oración por los obispos franceses que estarán en asamblea en Lourdes, Francia, del 3-8 noviembre, 2018

Señor, te confiamos a los obispos de Francia que se reunen en Lourdes.

Permite que el Espíritu Santo descienda sobre ellos y los ilumine con tu luz 

de modo que puedan tomar decisiones concretas y

reales para que se pueda hacer justicia y reparación,

y que los recursos necesarios sean puestos en práctica 

para que nunca más sean cometido crímen alguno.

Concédeles la gracia de ser nuestros Pastores, los que necesitamos.

Te encomendamos también todos los temas que abordarán durante la asamblea,

permite que ellos, nuestros pastores nos guíen hacia ti y

restaura el impulso misionero en tu iglesia de Francia.

Te lo pedimos por la intersección de María, y San Miguel Arcángel.

¡Amén! 

Oremos

Un Padre Nuestro, 10 Ave María, y las oraciones a María y San Miguel haciendo clic en el botón de abajo "Oro"