Usted está aquí :
Oración de la noche a Santa Teresita

Oración de la noche a Santa Teresita

Te invitamos a descubrir dos oraciones católicas escritas por Santa Teresa del Niño Jesús, también conocida como Santa TeresitaSanta Teresa de Lisieux. Estas oraciones pueden leerse, recitarse y meditarse por la noche antes de acostarse, para encomendarse plenamente a Dios y pedirle su ayuda y gracias.

“Tengo sed de amor”

“Jesús, al desterrarte a nuestra tierra, movido por tu amor, por mí tú te inmolaste.
 
Toma mi vida entera, Amado mío, yo sufrir por ti quiero, quiero morir por ti.
 Tú mismo, mi Señor, nos lo dijiste: «Nadie puede hacer más por los que ama que por ellos morir».
 Pues bien: mi amor supremo eres tú, mi Jesús.

Se hace ya tarde, el día ya declina, ven, Señor, a guiarme en el camino.
 
Con tu cruz voy trepando por la colina arriba.
 Quédate aquí conmigo, peregrino celeste.
 En mi alma tu voz encuentra un eco, quiero a ti parecerme. Reclamo el sufrimiento.
 Tu palabra encendida me quema el corazón.

Tuya es para siempre la victoria, y extasiados los ángeles la cantan.
 
Antes de entrar en la celeste gloria, el Dios-Hombre tenía que sufrir.
 ¡Cuántos desprecios por mi amor sufriste en tierra extraña!
 También yo quiero oculta y despreciada vivir y ser en todo la última por ti.

Tu ejemplo, Amado mío, a abajarme me invita y a despreciar honores.
 
Para encontrarte, quiero permanecer pequeña.
 Olvidándome a mí, tu dulce corazón cautivaré.
 No ambiciono otra cosa que en soledad vivir, donde encuentro mi paz y mi alegría.
 En complacerte es sólo mi ejercicio y mi felicidad... eres tú, mi Jesús.

Tú, el Dios inmenso, a quien rendido adora el infinito cielo, 
 
vives dentro de mí, hecho mi prisionero noche y día.
 Tu dulce voz me implora y a cada instante me repite quedo:
«¡Yo tengo sed! ¡Yo tengo sed de amor
 Yo también soy, Jesús, tu prisionera,
 y a mi vez quiero repetirte siempretu emocionada imploración divina:
 «Amado mío, hermano, ¡yo tengo sed de amor!»

Yo tengo sed de amor, colma mis esperanzas
 
y aumenta en mí, Señor, tu llama viva.
Yo tengo sed de amor, mi sufrimiento es grande,
 a ti volar quisiera... ¡a ti, Dios mío...!
 Tu amor es mi martirio, mi único martirio.
 Cuanto más él se enciende en mis entrañas,
 tanto más mis entrañas te desean…
 ¡¡¡Jesús, haz que yo muera de amor por ti...”

"¡Oh Dios escondido en la prisión del Sagrario!"

“¡Oh Dios escondido en la prisión del sagrario!, todas las noches vengo feliz a tu lado para darte gracias por todos los beneficios que me has concedido y para pedirte perdón por las faltas que he cometido en esta jornada, que acaba de pasar como un sueño…

¡Qué feliz sería, Jesús, si hubiese sido enteramente fiel! Pero, ¡ay!, muchas veces por la noche estoy triste porque veo que hubiera podido responder mejor a tus gracias… Si hubiese estado más unida a ti, si hubiera sido más caritativa con mis hermanas, más humilde y más mortificada, me costaría menos hablar contigo en la oración.

Sin embargo, Dios mío, lejos de desalentarme a la vista de mis miserias, vengo a ti confiada, acordándome de que «no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos». Te pido, pues, que me cures, que me perdones, y yo, Señor, recordaré que «el alma a la que más has perdonado debe amarte también más que las otras…» Te ofrezco todos los latidos de mi corazón como otros tantos actos de amor y de reparación, y los uno a tus méritos infinitos.

Y te pido, divino Esposo mío, que seas tú mismo el Reparador de mi alma y que actúes en mí sin hacer caso de mis resistencias; en una palabra, ya no quiero tener más voluntad que la tuya. Y mañana, con la ayuda de tu gracia, volveré a comenzar una vida nueva, cada uno de cuyos instantes será un acto de amor y de renuncia.

Después de haber venido así, cada noche, al pie de tu altar, llegaré por fin a la última noche de mi vida, y entonces comenzará para mí el día sin ocaso de la eternidad, en el que descansaré sobre tu divino Corazón de las luchas del destierro… Amén”.

¿Quién es Santa Teresa del Niño Jesús?

Santa Teresa de Lisieux o Santa Teresita es sin duda una de las santas francesas más populares en todo el mundo. Nació en 1873 y desde niña quiso ser monja, por lo que desde muy joven desarrolló una relación muy íntima con Jesús y María, a tal punto que cuando tenía 10 años, se curó milagrosamente de una enfermedad al ver que la Santísima Virgen le sonreía.

En 1888, con sólo 15 años, ingresó en el Carmelo y tomó el nombre de Sor Teresa del Niño Jesús. Unos años más tarde, su madre superiora le pidió que escribiera los recuerdos de su infancia. Tras dos años escribiendo Histoire d'une âme (Historia de un Alma), Teresita murió de tuberculosis. cuando apenas tenía 24 años, y su libro se publicó poco después.

De hecho, en Historia de un Alma, Teresita nos revela sus recuerdos, sus luchas espirituales, sus reflexiones, sus oraciones... En definitiva, este manuscrito nos permite descubrir toda la espiritualidad de Santa Teresa en cada página. La obra ha tenido un éxito extraordinario: ¡ya se ha traducido a 50 idiomas y, desde su publicación, se han vendido más de 500 millones de ejemplares!

"Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra": sin duda alguna, esta frase resume su vida de santidad… Santa Teresita fue canonizada por el Papa Pío XI en 1925, después de que la Iglesia reconociera cuatro milagros entre otros muchos testimonios de las gracias recibidas por medio de su intercesión.

¡Reza a Santa Teresa con Hozana!

¿Estás convencido del poder de la intercesión de Santa Teresita ante Dios? ¿Te gustaría saber más sobre la pequeña Teresa, su historia y los milagros que se le atribuyen? 

Entonces Hozana tiene para ti varias propuestas espirituales: por ejemplo, puedes:

  • Rezar diariamente con Santa Teresita, para que, con solo unos minutos diarios, puedas transformar tu cotidiano en uno extraordinario.
  • Hacer una novena a Santa Teresa: durante 9 días, déjate llevar, con el santuario de Alençon, por el Caminito de Santa Teresa del Niño Jesús, quien nos muestra el camino hacia la santidad. Meditaciones y resoluciones diarias