Día 9: Apóstoles de la caridad

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Nuestra vida de servicio a los pobres debe dar testimonio del amor y la misericordia de Dios.

Queridos hermanos y hermanas, nuestro corazón, agradecido al Señor por estos días de oración, en los que nos sumergimos en la intimidad con Él, nuestra mirada se vuelve hacia la comunidad y la misión que llevamos a cabo en nuestra vida.  El Señor nos precede en nuestra “Galilea” personal, un lugar de misión, de encuentro con los pobres, de conflictos y de alegrías.  Cada uno de nosotros lleva consigo los llamamientos que resultan de nuestra oración y revisión de la vida, resumidos en un Plan de Vida, nuestro plan de vuelo, que debe guiar nuestro camino de fe.  Saldremos como apóstoles, enviados por Dios, que es la Caridad.  Vicente de Paúl siempre quiso que nuestra vida fuera una extensión de la vida de Jesús, que quien lo mirara viera algo parecido en nosotros.  Nuestra forma de relacionarnos, nuestra vida de servicio a los pobres debe dar testimonio del amor y la misericordia de Dios, ayudando a las personas a acercarse a Él.

 📖 Palabra de Dios

Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor". Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. 

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 Enseñanza del Papa Francisco

Evangelizar a los pobres: esta es la misión de Jesús, según dice; esta es incluso la misión de la Iglesia y de cada persona bautizada en la Iglesia. Ser cristiano y ser misionero es lo mismo. Proclamar el Evangelio, con la palabra y, más aún, con la vida, es el objetivo principal de la comunidad cristiana y de cada uno de sus miembros. [...] Jesús dirige la Buena Nueva a todos, sin excluir a nadie, de hecho, favoreciendo a los más lejanos, a los que sufren, a los enfermos, a los excluidos de la sociedad. Preguntémonos qué significa evangelizar a los pobres. Significa, ante todo, acercarse a ellos, significa tener la alegría de servirlos, de liberarlos de la opresión, y todo esto en el nombre y con el Espíritu de Cristo, porque él es el Evangelio de Dios, él es la Misericordia de Dios, él es la liberación de Dios, él fue el que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (Ángelus, 24/01/2016).

😇   Inspirándonos en el carisma vicentino

San Vicente nos invita a encarnar, en nuestra actividad misionera, una actitud dinámica de apóstoles de la caridad: ver, conmover y actuar.

- ¿Me esfuerzo por ver la realidad de los pobres y, más aún, el rostro concreto de cada uno de ellos, tal como se presentan, o me limito a una mirada superficial, sesgada y generalizadora, incapaz de llegar a las raíces de individuales y colectivos?

- ¿Cuándo soy capaz de conmoverme, dejo que el sufrimiento de los demás “revuelva las entrañas de mi corazón”, siento realmente el dolor del otro que se ha quedado en el camino, o simplemente me dejo llevar por un sentimentalismo estéril?

- ¿La mirada atenta, que llega a las raíces más profundas, y el corazón que se inclina sobre la miseria del otro, me impulsa a una acción, entendida también como cuidado, de "hacer justicia a los debilitados", haciéndolos protagonistas de su propia historia?


Sobre el espíritu de compasión y misericordia: Cuando vamos a ver a los pobres, debemos entrar en sus sentimientos para sufrir con ellos y ponernos en las disposiciones de ese gran apóstol que dijo: (1Cor 9,22), me hice todo para todos; para que no caiga sobre nosotros la queja que un día hizo Nuestro Señor por medio de un profeta: (Salmo 68, 21), esperé a ver si alguien se compadecía de mis sufrimientos, y no encontré a nadie. Para ello, debemos esforzarnos por ablandar nuestro corazón y hacerlos sensibles a los sufrimientos y miserias de los demás, pidiendo a Dios que nos dé el verdadero espíritu de misericordia, que es el espíritu mismo de Dios; porque, como dice la Iglesia, conviene que Dios muestre misericordia y nos comunique ese mismo espíritu. Pidamos, pues, a Dios, hermanos míos, que nos dé este espíritu de compasión y misericordia, que nos llene de él, que lo conserve, para que quien vea un misionero pueda decir: “He aquí un hombre lleno de misericordia”. Pensemos un poco en la necesidad que tenemos de la misericordia, nosotros que debemos ejercerla por los demás y llevar la misericordia a todas partes, sufriendo todo por misericordia.  Conferencia del 6 de agosto [1656]


🙏     Como cristianos, pidiendo a Dios que nos haga apóstoles de la caridad, recemos el Credo del Llamado:

Creemos que Dios nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo,

ser santo y sin mancha delante de él en amor.

Creemos que el que nos eligió, desde el vientre de la madre,

nos llamó por su gracia y tuvo a bien revelarnos a su Hijo

para que lo anunciemos.

Creemos que estamos llamados a ser apóstoles,

siervos de Jesucristo, elegidos para anunciar el Evangelio de Dios.

Creemos que a cada uno se le da una manifestación del Espíritu

para la utilidad de todos.

Creemos que debemos comportarnos de una manera digna de la vocación que hemos recibido:

con toda humildad, mansedumbre y paciencia, y apoyándonos unos a otros en amor.

Creemos que todo funciona para el bien de los que aman a Dios,

de los que son llamados según su proyecto.

Creemos que Dios, por su poder, que actúa en nosotros,

puede lograr en todo infinitamente más de lo que pedimos o imaginamos.

Creemos y estamos seguros de que Dios, que inició esta buena obra en nosotros,

  debe llevarlo a la perfección, hasta el día de Jesucristo;

porque fiel es el que nos llamó.

¡Amén!


Oración de la comunidad

Oración de la Familia Vicentina

Señor Jesús, Tú que quisiste hacerte pobre, haz que tengamos ojos y corazón para los pobres; y que te reconozcamos a Ti en ellos; en su sed, en su hambre, en su soledad, en su desventura. Suscita en nuestra Familia Vicentina la unidad, la sencillez, la humildad y el fuego de la caridad que abrasó a San Vicente de Paúl Danos fortaleza para que, fieles a la práctica de estas virtudes, podamos contemplarte y servirte en la persona de los pobres y un día unirnos a Ti y a ellos en tu Reino. Amén . Autor: Desconocido

¡Gracias! 57 personas oraron

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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