Queridos amigos:

Decía Einstein: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.

En nuestra vida espiritual puede pasar que nada cambie, que nos encontremos como en un callejón sin salida, que entremos en la rutina y pensemos que estamos estancados. Si nos quedamos limitados por nuestro estrecho mundo realmente no podremos profundizar y entrar en un mundo sobrenatural que nos está esperando. Pero para esto hay que dar un salto. Salir del entendimiento, salir de nuestros esquemas, de lo que entendemos, de lo que sabemos. Como dice San Juan de la Cruz “Para ir a donde no sabes tienes que ir por donde no sabes”.

A Dios no le podemos comprender con nuestro entendimiento, pero sí le podemos amar. Un impedimento para el amor, también en el amor humano, es querer entenderlo todo. Por ejemplo, es posible que muchas veces no entiendas a la persona que amas, porque ella en sí misma es un ser único, pero sí la puedes amar. Y lo mismo pasa con Dios, aunque en un grado mucho mayor porque él está muy por encima de nuestra comprensión. A Dios podemos llegar por el Amor. Por eso cuando nuestro entendimiento nos marca un límite, un tope, podemos ir más allá. Y este ir más allá es la fe. La fe nos permite caminar por donde el entendimiento no puede. Pero es un camino a oscuras, por eso dice también San Juan que tenemos que ir por donde no sabemos.

Dice así San Juan de la Cruz en Subida del Monte Carmelo Libro 2 Capítulo 8, punto 5:

“Por tanto, ninguna noticia ni aprehensión sobrenatural en este mortal estado le puede servir de medio próximo para la alta unión de amor con Dios; porque todo lo que puede entender el entendimiento, y gustar la voluntad, y fabricar la imaginación, es muy disímil y desproporcionado como habemos dicho a Dios. Lo cual todo lo dio a entender Isaías (40, 18-19) admirablemente en aquella tan notable autoridad, diciendo: “¿A qué cosa habéis podido hacer semejante a Dios? ¿O qué imagen le haréis que se le parezca? ¿Por ventura podrá fabricar alguna escultura el oficial de hierro? ¿O el que labra el oro podrá fingirle con el oro, o el platero con lañas de plata?”. Por el oficial del hierro se entiende el entendimiento, el cual tiene por oficio formar las inteligencias y desnudarlas del hierro de las especies y fantasías. Por el oficial del oro entiende la voluntad, la cual tiene la habilidad de recibir figura y forma de deleite, causado del oro del amor. Por el platero, que dice que no le figurará con las lañas de plata, se entiende la memoria con la imaginación, lo cual bien propiamente se puede decir que sus noticias y las imaginaciones que puede fingir y fabricar son como lañas de plata. Y así, es como si dijera: ni el entendimiento con sus inteligencias podrá entender cosa semejante a él, ni la voluntad podrá gustar deleite y suavidad que se parezca a la que es Dios, ni la memoria pondrá en la imaginación noticias e imágenes que le representen. Luego, claro está que al entendimiento ninguna de estas noticias le puede inmediatamente encaminar a Dios, y que, para llegar a él, antes ha de ir no entendiendo que queriendo entender, y antes cegándose y poniendo en tiniebla, que abriendo los ojos para llegar más al divino rayo.”

Espero como siempre vuestros comentarios, la última semana no hubo muchos, tal vez no interesó mucho el tema. Ir diciéndome todo, por favor, esto es una comunidad viva, 

Para terminar una oración a Jesús que podéis encontrar en mi blog, pulsa aquí.

Y la última charla del padre Vicente Sánchez:

¡Hasta la próxima semana amigos!