Feliz
Extracto
Esos regalitos nos causaban casi tanto placer como los ricos aguinaldos de mi tío.
Por lo demás, eso no era más que el principio de nuestras alegrías. Aquel día nos vestíamos a toda prisa y estábamos al acecho para saltar al cuello de papá. En cuanto salía de su habitación, toda la casa se llenaba de gritos de alegría y nuestro papaíto se mostraba feliz de vernos tan contentas...
Los aguinaldos que María y Paulina daban a sus hijitas no eran de gran valor, pero les causaban también una gran alegría... Y es que en esa edad aún no estábamos embotadas; nuestra alma, en toda su lozanía, se abría como una flor, feliz de recibir el rocío de la mañana... Un mismo soplo mecía nuestras corolas, y lo que hacía gozar o sufrir a una hacía gozar o sufrir a la vez a la otra.
Manuscrito A Folio 25 r
Intención de Oración
Sólo por hoy, con la intercesión de Santa Teresita, alegrémonos por nuestros seres queridos cuando están felices
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6