¿Les ha pasado querer rendirse ante las pruebas de la vida? ¿Alguna vez le has suplicado a Dios que se compadezca de ti en medio de la prueba? ¿Estas cansado o cansada y de verdad sientes que ya no puedes más? ¿Te preguntas dónde está Dios en medio de todo?

El decidir seguir el camino de Jesús, de María y de los santos del mundo es muy difícil. Es un camino de Rosas tienes alegrías y momentos bellos, pero también tiene espinas que son marcas en nuestras vidas. La decisión de vivir para seguir el camino de Cristo según las leyes de Dios no nos hace inmunes a las pruebas. Por el contrario, a mayor cercanía al camino de Dios seremos más probados.

 Muchas veces a más de una persona le escuche preguntarse por qué si Dios era tan bueno y amoroso permitía que sus hijos sufriéramos y que tuviéramos que pasar por pruebas de diferente índole (ya sean problemas financieros, enfermedades o quizás perdamos a un ser querido) y es que Dios en su infinito amor ¿Podría regocijarse al ver a sus hijos sufriendo? … ¿realmente creen que debería quitarnos las pruebas y hacernos el camino más fácil?

La verdad es que Dios no nos va a quitar las pruebas. Las pruebas son parte del aprendizaje de cada uno(a) de nosotros(as). Lo que podemos decir de las pruebas es que si Dios las permite es porque en el fondo hay un bien mejor y mayor. A veces no lo entendemos de primera mano y pueden pasar años para que finalmente entendamos el propósito que tenía Dios guardado.

Recordemos que Dios no le quito el peso de la Cruz a Cristo ni el sufrimiento del calvario, sin embargo y a pesar del dolor que Jesús sintió en los momentos mas oscuros de su vida tengo plena seguridad que Él sabía en su corazón que si no pasaba por el camino de la cruz a través del calvario, entonces las puertas del cielo no se hubieran abierto para nosotros(as) por lo que queda demostrado que hasta uno de los más grandes sufrimientos y peores momentos que podamos pasar tendrán un impacto y un sentido en nuestra vida y muchas veces podrán impactar también en nuestro entorno más cercano.

Las pruebas permiten que fortalezcamos nuestra fe pero que también tengamos presentes a Dios en nuestras vidas, sus enseñanzas y estar dispuestos(as) a acercarnos a recibir su consuelo y su infinito amor.

Muchas veces nuestras pruebas son consecuencia de la vida o también nos ayudan a reflexionar y corregir daños que hemos cometido en el pasado y es como una llamada de atención que Dios nos hace porque nos ama y quiere corregir nuestra conducta.

Hoy los invito a no desesperar y buscar consuelo en Dios quien es nuestro Padre y conoce los anhelos profundos de nuestros corazones.

Las intenciones de la prueba fortalezcan nuestros corazones y nos ayuden a ser mejores hijos de Dios cada día