Día 5: reina de los Ángeles

¡Iniciemos nuestro tiempo de oración!


✔️Primero reza la oración para el Quinto Día

¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro!
He ido llamando de puerta en puerta. Todas se me han sido cerrando: la puerta de la riqueza, la puerta de la amistad, la puerta de la gratitud, la puerta de la ciencia, la puerta del poder… hasta la puerta de la caridad y de la misericordia…
Solo una puerta me queda abierta, la puerta donde Tu Perpetuo Socorro me espera con los infinitos tesoros de Tu Poder y Tu Misericordia. Hay momentos, Madre mía, en que la tristeza, el desaliento y la desesperación me ahogan.
Madre mía, intercede por mi con esos Arcángeles para que me traigan el bálsamo de Tu Misericordia. Diles que me ayuden y me salven, y tengo la confianza que en ese mismo instante se acabarán los amargos dolores que me atormentan.
Pero… que no se haga mi voluntad, sino la voluntad de Dios.


✔️Luego reza:

- Tres (3) « Avemarías » en honor de la Virgen

- Dos (2) « Glorias » en honor de San Alfonso María de Ligorio


Meditemos juntos:

A tu lado, Madre del Perpetuo Socorro hay dos Arcángeles de la corte celestial: San Rafael y San Gabriel, en actitud de religiosa veneración. esperando tus órdenes, al mismo tiempo que reconocen tu excelsa autoridad: Reina de todos los Ángeles

Jesús, veo que en medio de tu santo temor te proteges en el regazo de tu Madre y me invitas a imitarte, recurriendo a quien también es mi Perpetuo Socorro. 

¡Quiero, pues, entregarme a Ella sin restricción alguna!

Transmíteme ¡oh, Madre del Perpetuo Socorro! confianza ilimitada en tu infinita y poderosa bondad.



✔️Termina rezando estas cortas  invocaciones: 

-"Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ¡ruega por mí!"

-"Adorado San Alfonso, inspírame el recurrir a María ¡en todas mis necesidades!"

Oración de la comunidad

Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

¡Santísima Virgen María, que para inspirarme confianza te has querido llamar Madre del Perpetuo Socorro! Te suplico me protejas en todo tiempo y en todo lugar; en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte. ¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Bendíceme y ruega a Jesús por mí ahora y en la hora de mi muerte. ¡Amén!

¡Gracias! 414 personas oraron

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena- Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

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