Llamados al amor por el Bautismo

El bautismo con agua significa la renuncia a nuestros propios intereses y la apertura de nuestro corazón a Dios. El bautismo con fuego y Espíritu describe al poder de Dios entrando y transformando el corazón humano. El bautismo es como un don de Dios.

«El río es la misma agua corriente, con el declive por donde se desliza el agua. Río es la gracia del Espíritu Santo, que hoy regó abundantemente el corazón de los Apóstoles, y los sació y limpió. (...) Aquí se trata de un río de fuego. ¿Qué es el Espíritu Santo sino fuego divino?» – San Antonio

Renunciar al pecado equivale a enamorarnos más profundamente, dedicando nuestro tiempo y atención a los seres queridos y de paso cooperando con las gracias que Dios nos dio en nuestro bautismo.                                

Meditación del primer día

Dios Creador, Tú estás siempre con nosotros y nos llamas a cada uno a una relación íntima contigo en el Bautismo.  

Tú enviaste a tu Hijo al mundo para compartir nuestra jornada y caminar con nosotros en la luz y en la oscuridad, en el sufrimiento y el en gozo. 

Tú te revelas a Tí mismo, Dios Creador, como nuestro padre, Abba; como tu Hijo, Jesucristo, nuestro hermano, y como tu espíritu de vida que vive en nuestros corazones. 

Te damos gracias por el ejemplo que vemos en San Antonio de Padua. San Antonio dijo sí a tu llamado con un corazón íntegro. Que por su intercesión podamos seguir su admirable ejemplo de fidelidad a través de muchas dificultades.

Nuestras intenciones🙏

San Antonio, ruega por nosotros y por todas las intenciones de esta novena. 

Por las intenciones que llevamos en nuestros corazones y que ahora ponemos ante ti.

Hagamos esta oración

Ora de corazón, la oración a San Antonio de la comunidad, haciendo clic en el botón naranja "oro", que está abajo. 

Luego, sigue con un Padre Nuestro, un Dios te salve María y un Gloria al Padre.

• San Antonio, hombre de compasión: ruega por nosotros
• San Antonio, hombre de valor: ruega por nosotros
• San Antonio, mensajero de la verdad: ruega por nosotros