HONOR Y RECONOCIMIENTO A MARÍA SANTÍSIMA EN EL MISTERIO DE SUS DOLORES*

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MONICIÓN

Queridos hermanos. La Santísima Virgen María promete que cuando se rece en disposición a las obras de DIOS, con un corazón abierto a su Gracia y rendidos ante su Misericordia, obtendremos de Nuestro Señor, el perdón de nuestros pecados y la liberación de nuestras almas de toda culpa y remordimiento. También nos promete que, con el tiempo, el Santo Rosario cultivará en nuestro interior un profundo entendimiento del ¿por qué? pecamos y este conocimiento nos dará la sabiduría y la fortaleza para cambiar o eliminar de nosotros cualquier fallo interno, como toda debilidad de carácter o defecto de nuestra personalidad que nos impida ser felices y así disfrutar la gozosa vida que Dios quiere que vivamos todos los días y junto a ÉL...

INVITATORIO


V: Venid cristianos, honremos la pena de Nuestra Señora, en el misterio de su soledad.

Ella es conocedora del dolor por eso es la Reina de todos los Mártires. El mar de toda amargura. Ella es la virgen afligida.

Nadie sufrió como Ella, porque el motivo de su dolor fueron nuestros pecados que clavaron en la Cruz al fruto de su vientre.

Todos: Venid y honremos los dolores de Nuestra señora, en el misterio de su soledad: Oh Virgen afligida.

***


Características:

Esta sorprendente Oración toma la estructura del Santo Rosario y es nuestra Señora quien enseña a su Instrumento Marie-Claire en Kibeho (RWANDA : AFRICA 1981-1989), puede ser realizada en voz alta o meditando en silencio, solo o con otras personas; la clave es que las oraciones, reflexiones y meditaciones, provengan de lo más profundo del corazón en unión a las intenciones del Corazón Inmaculado de María.

Es importante que se celebre con paciencia y en cada meditación se tome un momento adecuado para reflexionar sobre la magnitud del sufrimiento de María y el poder de su amor para la redención de todos sus Hijos.


Mayor información visita: https://www.sorrowfulmother.net/rosario-de-los-7-dolores-de-la-santisima-virgen-maria.html

https://www.corazones.org/maria/kibeho.htm


Oraciones preparatorias:

 

    ---Al empezar:

  • + Por la señal de la Santa Cruz…
  • + En el Nombre del Padre…


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu Amor.


V: Envía Señor tu Espíritu y todo será creado.

R: Y renovarás la faz de la tierra


*Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia…


    ---Ofrecimiento: Señor Jesucristo te ofrezco este Santo Rosario para la mayor Gloria de tu Nombre y en honor de María Santísima quiero compartir y meditar en tu sufrimiento redentor. Te ruego con humildad que me ayudes a arrepentirme de corazón por todos mis pecados y me otorgues Sabiduría, según tu Providencia para cumplir con amor y generosidad tu Santísima Voluntad que es perfecta. Amen.


    ---Acto de Contrición: Oh mi Dios, siento profundamente haberte ofendido y detesto todos mis pecados porque me horroriza estar lejos de Ti y experimentar la muerte; pero, más aún, porque te he ofendido, Dios mío y Señor mío, Tú que eres toda bondad y merecedor de mi amor en toda su intensidad.

Deseo firmemente con la ayuda de tu Gracia, confesar mis pecados, hacer penitencia y enmendar mi vida, permite que yo pueda unir mis lágrimas a las de María Santísima, para saber que no estoy solo y que camino de su mano maternal hacia Ti según tu voluntad que es Santa. Amén.


Meditaciones en Honor al Misterio de los dolores de María Santísima:


- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Primer Dolor: La Profecía de Simeón (Lucas 2:22-35)

Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito: TODO VARÓN QUE ABRA LA MATRIZ SERA LLAMADO SANTO PARA EL SEÑOR), y para ofrecer un sacrificio conforme a la Ley: UN PAR DE TÓRTOLAS O DOS PICHONES. Allí, el viejo sacerdote Simeón sostuvo al bebe Jesús en sus brazos, mientras el Espíritu Santo inundaba su corazón. Simeón reconoció a Jesús como el Salvador prometido y lo levanto hacia el cielo, dando gracias a Dios, por concederle haber vivido lo suficiente para contemplar al Mesías." Ahora tu siervo puede morir en paz, mi Señor", dijo.

Luego Simeón les dio su bendición y a su madre María le pronunció esta profecía: He aquí, que este niño ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel y para ser señal de contradicción: a Ti una espada te traspasará el corazón aun hasta tu propia alma a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.

-
* Padre Nuestro…

  Dios te Salve María… (10 veces)

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…




- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Segundo Dolor: La huida a Egipto (Mateo 2:13-15)

Cuando José le reveló las palabras del ángel, María sintió incertidumbre en su corazón y gran consternación: debían levantarse rápido y huir a Egipto porque Herodes quería matar al niño Jesús. La Virgen apenas tuvo tiempo para decidir que dejar y que llevarse; tomó al niño en sus brazos y dejó atrás todo lo demás, precipitándose ante José para apresurarse según los deseos de Dios. Luego dijo: “Dios nos mostrará el camino y llegaremos sin ser atrapados por el enemigo."
-
* Padre Nuestro…

   Dios te Salve María… (10 veces) 

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

 



- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Tercer Dolor: Jesús perdido en el Templo (Lucas 2:41-52)

Jesús es el Hijo engendrado por Dios, pero también es el hijo de María. Ella ama a Jesús más que a si misma porque EL es su Todo. Jesús es único porque es el Dios viviente en medio de su pueblo. Cuando María lo pierde, mientras regresaba de Jerusalén, el mundo se le torna desolado y solitario hasta el punto de creer que no podría seguir viviendo sin Él, tan grande es su dolor, que Ella siente el mismo dolor que su hijo va a sentir cuando es abandonado por sus apóstoles durante la Pasión.
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* Padre Nuestro…

  Dios te Salve María… (10 veces)

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

 



- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Cuarto Dolor: María se encuentra con Jesús camino al Calvario (Lucas 23:27-31)

María vio a Jesús cargando solo la pesada cruz: la cruz con la que sería crucificado. Notando como su hijo se estaba debilitando por los numerosos azotes recibidos con suma crueldad y por los garrotes que le causaban los soldados, se llenó de total angustia al ver su dolor. A pesar de que Jesús estaba sin fuerzas, los soldados continuaban apurándolo y empujándolo. Él cayó, exhausto, incapaz de levantarse: En ese momento, los ojos de María, tan llenos de amor y compasión, se encontraron con los de su hijo, adoloridos y llenos de sangre. Sus corazones parecían estar compartiendo la misma carga, la misma angustia; cada dolor que El sentía, Ella también lo sentía. Ambos sabían que nada se podía hacer excepto creer y confiar en Dios en su Providencia y entregarle todos sus sufrimientos a Él. Pues lo único que podían hacer en ese momento es dejar confiadamente todo en manos de Dios que procura el mayor bien para todos los que lo aman.

-

* Padre Nuestro…

  Dios te Salve María… (10 veces)

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

 



- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Quinto Dolor: María permanece de pie Junto a la Cruz (Juan 19:25-27)

María Santísima continúo ascendiendo la montaña hasta el Calvario, siguiendo muy de cerca a Jesús su amadísimo hijo con fatiga y dolor, no obstante, sufría con valentía y en silencio. Ella lo vio resbalar y caerse varias veces con el peso de la cruz y fue testigo de los crueles golpes que recibió su Hijo por parte de los soldados con total tiranía, quienes halaban su cabello para obligarlo a mantenerse de pie, hasta consumirlo totalmente clavado en la cruz. A pesar de su inocencia, cuando Jesús llego a la cima de Calvario, le ordenaron que enseñara frente a la muchedumbre para que pudieran reírse de Él. María sintió profundamente el dolor y la humillación de su Hijo, en particular cuando los que lo atormentaban lo obligaron a quitarse lo que quedaba de sus vestiduras. María Santísima sintió su Corazón enfermo al ver como estos tiranos crucificaban a su Hijo desnudo, avergonzándolo terriblemente, solo para divertir y entretener a la muchedumbre. Sus asesinos cantaban alegremente mientras se acercaban a Él con martillos y clavos, sentándose pesadamente sobre El para que no se pudiera mover cuando lo clavaran al madero. Mientras martillaban los clavos, perforaban su carne mientras rasgaban el cuerpo de su Hijo. Su corazón se desgarraba y la vida se le escapa ante ella.

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* Padre Nuestro…

  Dios te Salve María… (10 veces)

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…




- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Sexto Dolor: María recibe el cuerpo sin vida de Jesús en sus brazos (Juan 19:38-40)

Los Amigos de Jesús: José de Arimatea y Nicodemo, bajaron su cuerpo de la cruz y lo colocaron en brazos de su Madre María. Ella lo lavó con profundo respeto y amor porque es su Madre admirable y fiel. Ella Sabia mejor que nadie que Él es el Dios encarnado, que había asumido la condición humana, para plenificarlo todo y convertirse así en el Salvador de la humanidad, sin embargo estaba horrorizada al pensar que su Hijo había logrado cargar la pesada y astillada cruz todo el camino hasta el Calvario, pese a todo permaneció valiente y fuerte, convirtiéndose en la verdadera Reina de los Mártires y sin dudarlo elevó una plegaría por toda la humanidad para que conociéramos las riquezas del Amor de DIOS, otorgadas por el precio inimaginable de la Sangre de su Hijo Jesucristo. Así María Santísima consagró sus ruegos para la salvación del mundo; pidiéndole al Padre Celestial por cada uno de nosotros.

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* Padre Nuestro…

  Dios te Salve María… (10 veces)

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…

 



- “Madre Misericordiosa, recuérdanos siempre los sufrimientos de tu Santísimo Hijo, JESÚS”. -


Séptimo Dolor: Jesús depositado en el sepulcro (Juan 19:41-42)

La vida de María Santísima estaba tan vinculada a la de Jesús que ella pensó que ya no había razón para seguir viviendo. Su único Consuelo era que con su muerte había terminado su inefable sufrimiento. Nuestra Madre Dolorosa, con la ayuda de Juan y las santas mujeres, colocaron con devoción el cuerpo de Jesús en el sepulcro, y lo dejaron allí como era tradición. Se fueron luego a su casa con gran y terrible dolor y por primera vez Ella estaba sola, sin Él y su soledad era una nueva y amarga fuente de dolor. Su Corazón había empezado a morir desde que el Corazón de su hijo había dejado de latir, pero confiaba con seguridad de que esta historia aún no había llegado a su final.

-

* Padre Nuestro…

  Dios te Salve María… (10 veces)

  Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo…


Oraciones Finales:


*Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de Misericordia…


V: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.

Todos: para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.


OREMOS

Querida Madre MARÍA, cuyo corazón sufrió por nuestra causa más allá de lo soportable, enséñanos a descubrir contigo y por amor a la voluntad de Dios toda la generosidad de su Providencia. Permite que nuestro sufrimiento sea conocido solo por Dios, como el tuyo y el de JESÚS en reparación de nuestros pecados y los pecados del mundo entero.

Oh Madre MARÍA Santísima, que sufres con JESUCRISTO Nuestro Salvador por la redención de los pecadores, te ofrecemos nuestros dolores y el sufrimiento de todos los que padecen por causa de la Fe, que seamos uno con el misterio de tu Corazón Doloroso para ser obsequio de Amor ante Dios Padre Celestial, solo por tus admirables méritos: Tú que eres la Madre más grandiosa y admirable, intercede siempre por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. 

Amén.


    ---Súplicas de conclusión:

  • V: Sacratísimo Corazón de Jesús.
  • R: Ten piedad de nosotros.
  • V: Inmaculado Corazón de María.
  • R: Ruega por nosotros.
  • V: San José.
  • R: Ruega por nosotros.
  • V: San Juan Evangelista.
  • R: Ruega por nosotros.
  • V: San Luís María de Montfort.
  • R: Ruega por nosotros.

 

    ---Bendición Final:

*Dulce Madre no te alejes, tu vista de nosotros no apartes. Ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes. Y ya que nos amas tanto como verdadera Madre que eres, haz que nos bendiga:

(Trazamos con reverencia la señal de la Cruz sobre nuestro cuerpo)

+El Padre, +El Hijo y +El Espíritu Santo.  

Amén*

“HERMANOS MANTENEOS FIRMES … HASTA LA MUERTE”

***

#misioneroslegiondemariacolombia  -  San Juan de Pasto*

Oración de la comunidad

Oración Legionaria

Señor, concédenos a cuantos servimos bajo el estandarte de María, la plenitud de Fe en ti y confianza en Ella, a la que se ha concedido la conquista del mundo. Concédenos una fe viva, que, animada por la caridad, nos habilite para realizar todas nuestras acciones por puro amor a Ti, y a verte y servirte en nuestro prójimo; una fe firme e inconmovible como una roca, por la cual estemos tranquilos y seguros en las cruces, afanes y desengaños de la vida; una fe valerosa, que nos inspire comenzar y llevar a cabo sin vacilación, grandes empresas por tu gloria y por la salvación de las almas; una fe que sea la Columna de fuego de nuestra Legión, que hasta el fin nos lleve unidos, que encienda en todas partes el fuego de tu amor, que ilumine a aquellos que están en oscuridad y sombra de muerte, que inflame a los tibios, que resucite a los muertos por el pecado; y que guíe nuestros pasos por el Camino de la Paz Para que, terminada la lucha de la vida, nuestra Legión se reúna sin pérdida alguna en el Reino de tu amor y gloria. Amén. Las almas de nuestros legionarios, y las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz por la misericordia de Dios.- Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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