Día 4: Novena a la Virgen de Guadalupe
La Santísima Virgen desea que escuchemos su voz humildemente y hagamos su voluntad
¡Bienvenidos al cuarto día de la Novena a la Virgen de Guadalupe!
Cada día meditaremos sobre la historia de la Virgen de Guadalupe: comenzaremos con una pequeña oración, seguida de una reflexión en torno a Nuestra Santísima Virgen.
¡Iniciemos nuestro tiempo de oración!
- Recitemos devotamente 4 Salves en memoria de las 4 apariciones de la Virgen Morena, la Guadalupana.
Oración para este día:
¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Dígnate, Señora, aceptar mis humildes ofrendas pues grande es mi miseria y mi pobreza, pero me atengo a tu amor y a tu bondad. Te abro mi corazón y verás que no lo mueve otra cosa sino el deseo de consagrarme a Ti y el amor a tu Divino Hijo. Fortalece mi corazón y haz que solo Tú y Jesús vivan allí. ¡Amén!
Madre generosa, te presento suplicante mi petición de ayuda.
Meditación:
Hoy vamos a seguir meditando en la segunda aparición de la Virgen a Juan Diego.
✔️2da Aparición - Tarde del sábado, dic. 9 de 1531: Juan Diego cuenta lo sucedido a la Virgen y pide humildemente que envíe a alguien más importante, la Virgen le anima y pide que transmita el mensaje nuevamente, esta vez el obispo le pide una prueba.
Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que valen mucho mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo. – Palabras de Juan Diego a la Virgen en su 2a Aparición , luego que el obispo dudara de su mensaje.
Acción concreta:
Te proponemos abrir tu corazón a la voz de Nuestra Señora de Guadalupe. Escúchala humildemente y sigue firme en el camino que ella te propone, el cual te conduce a la voluntad del Señor.
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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6