DÍA 106

Tomado del +Evangelio según San Lucas, Nuevo Testamento     

Lucas 19,1-10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.

En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».

Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».

Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Palabra del Señor

Gloria y Honor a Ti Señor Jesús.

REFLEXIÓN

"La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo."

Juan 1, 9

"Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es Él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia."

I Juan, 1,9

"Mis ojos, en los fieles de la tierra, por que vivan conmigo; el que anda por el camino de la perfección será mi servidor."

Salmos 6,6

ORACIÓN

Divina Providencia, que desde tiempos antiguos derrumbaste las murallas que impedían la salvación de los hombres y aceptaste de Cristo el sacrificio para el rescate de los hombres que buscaban la conversión sincera, alabanzas a Ti.

Concédenos, por tu Palabra y por tu Espíritu, a los hombres y mujeres de esta sociedad inmersa en el pecado y la corrupción: caminar según tus preceptos y preservarnos del mal que trata de salpicar a los cristianos.

Pedimos que tu misericordia toque el corazón inconverso: alcance la confesión de pecados, sincero arrepentimiento, reparación de pecados, volver de los malos caminos, aceptar tu salvación, y vivir según tu Palabra y Santo Espíritu.

 Ánimo, sigamos unidos en la oración.