XXXI Domingo del Tiempo Ordinario

Primera entrega

Admirar, he ahí la solución para nuestros innumerables problemas

El egoísmo acarrea amargura e infelicidad. Hagamos como Zaqueo, subamos con valor y sin respeto humano al “árbol de la admiración”. Admiremos todo lo que es verdadero, bueno y bello. Así tendremos la alegría de recibir a Jesús en nuestra alma.


Ahora, como todo lo que existe en el universo refleja en cierta medida al Creador, el movimiento ordenado del alma es dejarse atraer por los reflejos de verdad, belleza y bien, presentes en las criaturas.


Así, todos debemos procurar que nuestra alma se vuelva muy propensa a la admiración, de manera que al encontrarnos algo que es elevado, santo, noble o sencillamente recto, nos encantemos y remontemos hasta la Causa suprema. Como es evidente, esa admiración cabe sobre todo en relación al Hombre Dios, a su Madre Santísima y a la Santa Iglesia.

Oración de la comunidad

Oracio de la Restauración

Hay momentos, Madre mía, en que mi alma se siente, en lo que tiene de más profundo, tocada por una nostalgia inexpresable. Tengo nostalgia de la época en la que yo Os amaba y Vos me amabais en la atmósfera primaveral de mi vida espiritual. Tengo nostalgia de Vos, Señora, y del paraíso que ponía en mí la gran comunicación que yo tenía con Vos. ¿No tenéis también Vos nostalgia de ese tiempo? ¿No tenéis añoranzas de la bondad que había en aquel hijo que yo fui? Venid, pues, ¡Oh! la mejor de todas las Madres, y por amor a lo que florecía en mí, restauradme. Recomponed en mí el amor a Vos y haced de mí aquel hijo sin mancha que yo habría sido, si no fuese por tanta miseria. Dadme un corazón arrepentido y humillado, y haced lucir nuevamente ante mis ojos, aquello que con el esplendor de vuestra gracia, yo comenzara a amar tanto y tanto. Acordaos, Señora, de este David y de toda la dulzura que en él pusisteis. Así sea.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Comentario del Evangelio Dominical Heraldos del Evangelio

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