DÍA QUINTO- 12 DE OCTUBRE

Por la señal ✠ de la santa Cruz; de nuestros ✠ enemigos líbranos, Señor ✠ Dios nuestro. 

En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén. 

 

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mio, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrézcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.

 

Oración preparatoria para todos los días

¡Oh glorioso San Gerardo!, doy gracias a Dios quien os ha coronado en el Cielo con tan grande gloria y os ha elevado a un trono tan excelso entre los Santos y Angeles del Paraíso. Ahora, mientras gozáis de la bienaventuranza celestial, no os olvidéis de mí, vuestro siervo y devoto. Mirad los peligros que me amenazan, los males y miserias que me agobian. Emplead vuestro poder y valimiento cerca de Dios para socorrerme en mi necesidad. Dios, quien durante vuestra vida oía siempre vuestras súplicas, no desatenderá vuestros ruegos ahora cuando estáis cerca de Él en el reino de la gloria. Rogad por mí y obtenedme, por la intercesión de María Santísima, las gracias que os pido en este piadoso ejercicio. Amén.

 

Reflexión

Alma mía, en las tempestades y peligros de la vida presente, ¿cuáles son tus cuidados para no sucumbir? ¿Te preocupas más por las cosas temporales que por las espirituales? Piensa que si llegas a salvar el alma, habrás salvado también el cuerpo y serás dichosa para siempre.

 

Oración para el día quinto

Protector mío San Gerardo, en medio de la felicidad de que gozáis en el Cielo no os olvidéis de vuestro devoto que gime aún rodeado de las miserias de este destierro. Mirad en cuántos peligros me encuentro de perder a mi Dios. Alcanzadme abundantes gracias para librarme del pecado y perseverar en la gracia de Dios hasta la muerte. Mirad compasivo las penas y amarguras en que me veo sumergido. Y ya que gozáis de tan gran poder y valimiento cerca de Dios, socorredme en mis necesidades, particularmente en la que os encomiendo. No digáis que no podéis socorredme. Dios, durante vuestra vida, oía siempre vuestras oraciones y obraba por vuestro medio grandes milagros. Ahora, en el Cielo, no os negará nada de cuanto le pidáis. Rogad por mí, glorioso Protector mío, y alcanzadme por la intercesión de la Santísima Virgen la gracia que os pido. Amén.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Meditación: San Gerardo en los peligros

Hallándose un día Gerardo a orillas del mar, oyó angustiosos gritos y clamores de gente que veía cómo las olas, agitadísimas por la tempestad, iban a echar a pique una lancha llena de tripulantes. Movido de compasión, hace el Santo el signo de la Cruz, echa hacia atrás el manteo y avanza sobre las aguas gritando: “¡En nombre de la Santísima Trinidad, detente!” Al punto quedó inmóvil la lancha, y acercándose Gerardo, como si la embarcación fuese leve corcho flotante, la trajo a la orilla, y salió del mar sin haberse siquiera mojado el hábito. “¡Milagro, milagro!”, gritaban todos; mas el Santo huyó a toda prisa y fue a esconderse en casa de un amigo. “¿Cómo –le preguntó luego el Superior– pudo sacar la lancha?”. “¡Oh, Padre mío –respondió Gerardo– cuando Dios quiere, todo es posible!”.

 

INVOCACIONES A SAN GERARDO
  . Oh San Gerardo, cuya santidad, bondad y milagroso poder han hecho nacer en mi corazón tan viva confianza,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. En mis luchas contra el demonio, el mundo y las malas pasiones, para que consiga la victoria,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Si la costumbre de pecar impusiere a mi alma un yugo vergonzoso, para que, junto con la gracia, vuelva a hallar la santa libertad de los hijos de Dios,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Si tuviere la desgracia de abusar de los Sacramentos de la Penitencia y Eucaristía, para que, en adelante, confiese y comulgue con buenas disposiciones,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Si por la injusticia de los hombres, me viere blanco y víctima de calumnias, vejámenes y malos tratamientos, para que perdone, olvide y devuelva bien por mal,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. En las pruebas de la vida, enfermedades, pesares, falta de éxito, reveses de fortuna, para que lleve todo con resignación cristiana,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. En el cumplimiento de mis deberes de estado, a fin de que, por amor a Dios, los desempeñe con entera fidelidad,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Para que practique las virtudes que santifican a los elegidos: la humildad, la caridad, la mortificación, la obediencia y el santo abandono a la voluntad de Dios,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Para que vuestros ejemplos de celo me lleven a emplearme con valor en la salvación del prójimo,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Para que muera en la gracia y amistad de Dios auxiliado por Jesús y por María,

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

. Rogad por nosotros, San Gerardo.

. Rogad por mí, compasivo protector.

 

Oración

Oh Dios, que quisisteis atraer desde su juventud al beato Gerardo para hacerlo conforme a la imagen de vuestro Hijo Crucificado, haced, os lo pedimos, que al imitar sus ejemplos, reproduzcamos en nosotros este divino Modelo. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración de la comunidad

Oración para la maternidad

Oh Buen San Gerardo , poderoso intercesor ante el trono de Dios, tu que haces maravillas en nuestro dia, te invoco y solicito tu ayuda. Tu, que mientras viviste en la Tierra, siempre cumpliste con los designios de Dios, ayudame también a hacer siempre la Santisima Voluntad de Nuestro Señor. Ruegale al Maestro de la Vida, de quien procede toda la paternidad, que me bendiga con la gracia de la maternidad y que pueda criar hijos de Dios en esta vida y herederos del reino de Su Gloria de la vida que vendrá. Amén.

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"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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Novena a San Gerardo María Mayela

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