El amor que sana

Queridos amigos:

Siempre se dice que las heridas causadas por amor se pueden sanar con amor. Pero ¿qué amor es el que nos puede sanar? Yo diría que el amor que sana de verdad tiene que ser incondicional y permanente, fuerte como una roca, porque de otra forma seria un desencadenante de nuevas heridas aunque al principio hubiese sido sanador. Como dice la famosa canción de Alejandro Sanz:

"Para qué me curaste cuando estaba herido si hoy me dejas de nuevo el corazón partido"

Este tipo de Amor sanador lo describe muy bien San Juan de la Cruz en el Cántico Espiritual B 27:

1 Comunícase Dios en esta interior unión al alma con tantas veras de amor, que no hay afición de madre que con tanta ternura acaricie a su hijo, ni amor de hermano ni amistad de amigo que se compare. Porque aún llega a tanto la ternura y verdad de amor con que el inmenso Padre regala y engrandece a esta humilde y amorosa alma, -¡oh cosa maravillosa y digna de todo pavor y admiración!-, que se sujeta a ella verdaderamente para la engrandecer, como si él fuese su siervo y ella fuese su señor. Y está tan solícito en la regalar, como si él fuese su esclavo y ella fuese su Dios: ¡tan profunda es la humildad y dulzura de Dios! Porque él en esta comunicación de amor en alguna manera ejercita aquel servicio que dice él en el Evangelio (Lc 12,37) que hará a sus escogidos en el cielo, es a saber, que, ciñéndose, pasando de uno en otro, le servirá. Y así, aquí está empleado en regalar y acariciar al alma como la madre en servir y regalar a su niño, criándole a sus mismos pechos. En lo cual conoce el alma la verdad del dicho de Isaías (Is 66,12), que dice: A los pechos de Dios seréis llevados y sobre sus rodillas seréis regalados.

2 . ¿Qué sentirá, pues, el alma aquí, entre tan soberanas mercedes? ¡Cómo se derretirá en amor! ¡Cómo agradecerá ella, viendo estos pechos de Dios abiertos para sí con tan soberano y largo amor! Sintiéndose puesta entre tantos deleites, entrégase toda a sí misma a él, y dale también sus pechos de su voluntad y amor, y sintiéndolo y pasando en su alma al modo que la Esposa lo sentía en los Cantares (Ct 7,10-12), hablando con su Esposo, en esta manera: Yo para mi Amado, y la conversión de él para mí. Ven, Amado mío; salgámonos al campo, moremos juntos en las granjas; levantémonos por la mañanica a las viñas y veamos si ha florecido la viña y si las flores paren frutos, si florecieron las granadas. Allí te daré mis pechos, esto es, los deleites y fuerza de mi voluntad emplearé en servicio de tu amor. ..

¡No merece la pena entregarse del todo a un Amor así ! Un Amor que sana y nunca hiere. Lee despacio el texto anterior y sé consciente de que es verdad y que es para ti y que el amor que siempre soñaste ya lo tienes.

Os pongo un enlace a una música relajante para que mientras la oigais podáis meditar estas palabras. 

Música

¡Hasta la próxima semana!


Oración de la comunidad

Jesús tu nombre me sana

Jesús, repito tu dulce Nombre, tranquilamente, empiezo a descansar en Ti, confío en Ti. Jesús, Tu sabes que estoy lleno de preocupaciones. Respiro suavemente , repito tu dulce Nombre y pongo todo el peso de mis ansiedades en tu hombro divino. Y ahora apoyo mi rostro en tu regazo y me dejo acariciar por tu mano dulce que me da tanta seguridad. Oigo tu voz suave que me dice que nada tema que Tú estás aquí conmigo. Jesús, Jesús, Jesús...

¡Gracias! 191 personas oraron

7 comentarios

"Que sus conversaciones sean siempre agradables y oportunas, a fin de que sepan responder a cada uno como es debido". Colosenses 4:6

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