Hoy, veamos con amor a nuestro prójimo.

Reflexionemos hoy sobre nuestro prójimo, aquellas personas que Dios y nuestra madre María nos ponen en el camino de nuestro día.

Cómo es ese encuentro con el otro? Soy reflejo de nuestro carisma de "familia"? 

El Padre Kentenich nos propone la pegadogia del educador-educado, donde quien enseña también aprende de lo que recibe del otro. En el encuentro, ¿Aprendo del otro? Soy consciente de que el otro es instrumento de María para mí autoeducacion?

No siempre el encuentro con la otra persona es agradable, o en buenos términos, pero Dios en su plan, quiso que el encuentro surja para nuestro bien, en palabras de nuestro padre fundador, "Dios es Padre, Dios es Bueno, bueno es todo lo que el hace".

Por ello pidamos al espíritu santo que nos ilumine y abra nuestros ojos para ver el verdadero sentido de las cosas, el significado que Dios le da a cada encuentro que tenemos con el prójimo, y pidamos a nuestra Madre y Reina tres veces admirable que abra nuestro corazón para amar al prójimo como si hijo nos pide.